De los volcanes del Archipiélago a la Luna

Los basaltos de las zonas volcánicas canarias serán sometidos a pruebas para conocer sus propiedades y decidir si este tipo de rocas es el material adecuado para construir futuras bases permanentes en La Luna, afirma Jesús Martínez Frías, investigador del Centro de Astrobiología del CSIC.

Así lo indica el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y experto en Geología Planetaria, Mineralogía y Geoquímica de Procesos de Mineralización en una entrevista a Efe con motivo de su participación en el congreso internacional de vulcanología Ciudades sobre Volcanes.

Martínez Frías subraya que es la primera vez que este congreso internacional, que se clausura este viernes en Puerto de la Cruz, acoge una sesión en la que se explican las oportunidades que ofrecen los volcanes aplicadas al espacio.

Búsqueda de extraterrestres

El investigador habló en el congreso sobre El uso del registro volcánico de la Tierra en la búsqueda de vida extraterrestre, una ponencia en la que además han participado Juan Antonio Rodríguez-Losada, del Departamento de Edafología y Geología de la Universidad de La Laguna, y Antonio Eff-Darwich, del Instituto de Astrofísica de Canarias.

Al respecto, Martínez Frías, primer jefe del Laboratorio de Geología Planetaria del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), explica que hay muchas evidencias que indican que la “vitalidad geológica” de un planeta tiene un papel fundamental en el desarrollo y la evolución de la “vida”.

Por ello “es crucial comprender las múltiples relaciones entre volcanismo y habitabilidad” y el estudio multidisciplinar del registro volcánico de la Tierra representa una “oportunidad para aprender”, ya que proporciona indicadores que están siendo considerados en los estudios astrobiológicos, añade.

Detalla el científico que los volcanes son el reflejo más importante de que un planeta “está vivo, está geológicamente activo” y esto lo convierte en un objetivo para “buscar vida”.

Como ejemplo precisa que la Luna es un cuerpo inerte, no tiene vitalidad, aunque tuvo volcanes en el pasado como consecuencia de los impactos de los meteoritos.

Por el contrario, en Marte hay volcanes gigantescos, como el Olimpo, con 25 kilómetros de alto y casi 500 kilómetros de caldera, y las evidencias apuntan a que en el pasado hubo agua en el planeta.

Ello muestra la importancia de encontrar en la Tierra zonas en las que hay relación entre volcanes y agua, una de las razones por las que los científicos proponen a Canarias “como laboratorio natural para la búsqueda de vida en Marte”, agrega el investigador del CSIC.

Interacción con el agua

Es relevante estudiar la interacción del agua con las rocas volcánicas y los microorganismos que sobreviven en ambientes geotermales, por ejemplo en cuevas volcánicas, algo que también podría suceder en Marte.

Se sabe que en ese planeta hay tubos volcánicos y quizás en ellos puedan vivir microorganismos que serían destruidos en la superficie debido a la intensa radiación ultravioleta.

Precisa el investigador que hay zonas en Canarias que permiten estudiar analogías de este tipo, por ejemplo los basaltos ankaramíticos de Anaga, surgidos cuando se formaba la isla de Tenerife y en este proceso había una interacción entre el magma, el agua del mar y los fluidos magmáticos, como las fumarolas.

En esta zona se encuentran microorganismos “encapsulados, mineralizados en forma de framboides dentro de los basaltos”.

Otro aspecto interesante es que Canarias se puede utilizar como territorio de prueba para robots y la tecnología de los espectrómetros que se vayan a utilizar en los vuelos a Marte, un territorio “parecido” a las islas en cuanto a los basaltos.

Precisamente Martínez Frías trabaja en la misión planetaria ESA-EsoMars-Raman, cuyo investigador principal es Fernando Rull y que tiene como objetivo diseñar espectrómetros miniaturizados.

Subraya también que en el archipiélago canario se pueden ensayar aspectos científicos, de ingeniería y prueba de instrumentación para estas misiones porque el volcanismo de las islas es más complejo que el de Hawai en cuanto a las rocas volcánicas.

Canarias es una zona volcánicamente activa, con tubos de lava, aguas termales y volcanes activos y los basaltos son similares a las rocas lunares por lo que los investigadores quieren hacer pruebas previas para determinar sus propiedades para las futuras construcciones en el satélite terrestre.

Concretamente, este es un proyecto del Centro de Bioastrología en colaboración con Juan Antonio Rodríguez-Losada, investigador del Departamento de Edafología y Geología de la Universidad de La Laguna, y con Pedro Vilarroig de la Universidad Politécnica de Madrid.

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