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El alcalde de Granadilla marca distancia con Clavijo en el asunto de la planta regasificadora

José Domingo Regalado, segundos antes de convertirse en el nuevo alcalde de Granadilla

Román Delgado

Santa Cruz de Tenerife —

El flamante alcalde de Granadilla, José Domingo Regalado, ha dejado muy claro esta mañana, en un medio de comunicación local y por lo tanto en público, que se halla más cerca de las tesis defendidas por la hoy prácticamente desaparecida de la política Carmen Nieves Gaspar (antigua alcaldesa de esa localidad del sur de Tenerife, también bajo las siglas de CC), en el asunto de la instalación proyectada en las inmediaciones del puerto de Granadilla de una planta regasificadora, que de sus jefes supremos en el Gobierno de Canarias, de la misma formación política: Fernando Clavijo, presidente del Ejecutivo regional, y Pedro Ortega, consejero de Industria. Ambos consideran ese macroproyecto energético como algo irrenunciable y vital para el progreso de Tenerife, pues supone la posibilidad de implantar el gas natural en una de las dos islas más pobladas del archipiélago. En Gran Canaria, esta misma cuestión está bloqueada.

Regalado, en una intervención de esta mañana en Radio Club Tenerife-Cadena SER, afirmó, para asombro de los periodistas presentes en el estudio, que el grupo de Gobierno local en Granadilla, al menos en lo que representa la parte mayoritaria de CC (con siete de los concejales de la mayoría absoluta de 11, tres del PP y uno de Ciudadanos), defenderá lo que ha decidido el comité local de CC respecto a ese particular, que no es otra cosa que la instalación en el mar (como plataforma offshore) de la famosa y ya retrasada más de un lustro planta regasificadora (ahora de Enagás, SA, y antes de la semipública Gascan).

Las declaraciones del novísimo alcalde de Granadilla suponen fijar una gran distancia en relación con lo que son las pautas defendidas por el Ejecutivo autonómico, controlado por su mismo partido, respecto a este asunto estrella en la agenda inversora-energética del presidente Fernando Clavijo y, sin duda, representan la aparición de varias tachuelas en el camino que debe transitar el proyecto de planta regasificadora (el Ayuntamiento de Granadilla tiene que autorizar y avalar muchos trámites administrativos) hasta su implantación definitiva en una zona cercana a la nueva instalación portuaria, en la actualidad en fase de construcción.

La idea trasladada por Regalado rememora la crisis política que ocasionó en el seno de ATI-CC la postura defendida por la posteriormente defenestrada para la política dentro de Coalición y exalcaldesa de Granadilla, Carmen Nieves Gaspar, que no solo se opuso a la construcción del puerto en las inmediaciones del mayor polígono industrial costero de esa localidad (lo que no consiguió), sino que además mostró su rechazo frontal a la implantación del gas natural en la isla y, por consiguiente, a la presencia de la planta regasificadora en el litoral de su término municipal.

La versión trasladada por José Domingo Regalado solo dos días después de ser investido alcalde recuerda muy mucho a la defensa de Carmen Nieves Gaspar, con el matiz de que la solución propuesta por el flamante alcalde es menos radical que la de su predecesora. Este cargo de CC al menos no lanzó improperios contra la planta regasificadora, sino que apostó por la opción offshore, metida en el mar y alejada de la población, algo que con toda probabilidad, como ya ocurrió con la propia Gaspar, jamás llegará a ver ni conseguir.

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