El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife paraliza la polémica tala de dos árboles a la espera de un nuevo informe
El área de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que gestiona Carlos Tarife (PP), decidió en la tarde de este martes paralizar la tala prevista de dos flamboyanos de unos 60 años situados en un jardín privado de la calle Arona, en la urbanización 25 de julio, del barrio de Salud Alto. El consistorio reacciona así, de momento, al revuelo surgido, incluso con repercusión nacional, tras la noticia publicada por Canarias Ahora sobre el rotundo rechazo que esta tala había originado en vecinos de la zona y, sobre todo, en la familia que plantó estos ejemplares. De hecho, la vecina que alerta de esta situación al colectivo Los Árboles Hablan, de 80 años, fue la que los sembró hace unas 6 décadas junto a su marido y su hijo, Santiago Palenzuela Rodríguez, está dispuesto a encadenarse a uno de los ejemplares para evitar su muerte.
La concejalía quiere ahora un tercer informe sobre el estado de estos ejemplares, aunque, según se queja el colectivo Los Árboles Hablan, disponen de uno primero que justifica una tala absolutamente indefendible, a su juicio, y un segundo contra análisis, elaborado por un ingeniero agrícola que colabora con este grupo de vecinos ecologistas que denuncian la “guerra” declarada por el gobierno local (CC-PP) a los árboles en todo el municipio, que fue incorporado por los residentes afectados en sus escritos en los que rechazaban la eliminación.
El Ayuntamiento capitalino informó a los vecinos desde la semana pasada de su intención de talar estos flamboyanos, que la familia ha cuidado durante todo este tiempo y que, según recalcan, presentan un muy buen estado, no hay losetas levantadas por sus raíces (algo habitual con este tipo de árboles) y sus copas son muy densas, dan mucha sombra y refrescan la zona.
Al conocer las intenciones del Ayuntamiento, la vecina de 80 años pidió ayuda a Los Árboles Hablan. Este colectivo la asesoró, la afectada presentó las instancias necesarias para solicitar que no se corten los dos ejemplares y un ingeniero colegiado elaboró el citado informe, que sostiene que los árboles no están enfermos y que no tiene sentido su muerte.
Para el colectivo, y si bien de momento se ha logrado paralizar la tala, se trata de un nuevo ejemplo de la “guerra” declarada, del “arboricidio” que lleva años cometiendo el Ayuntamiento. Por eso, seguirán muy atentos a lo que ocurra en los próximos días y semanas, creen muy importante la reacción de estos vecinos y que se haya parado, de momento, la intención del ayuntamiento y esperan que sirva de movimiento creciente en contra de esa “guerra” contra los árboles. Una guerra que, por supuesto, el gobierno local niega, recalcando que se prioriza la seguridad vecinal, que se cuenta con unos 50.000 árboles de unas 400 especies y que se plantan más ejemplares de los que se eliminan.
Estos argumentos no convencen a Los Árboles Hablan. En el caso de estos flamboyanos de Salud Alto, el colectivo recalca que se trata de dos ejemplares muy ramificados, con amplia floración y, por tanto, que aportan mucha sombra. Según el informe remitido a la corporación local, al que ha tenido acceso Canarias Ahora, no existe ningún riesgo para la comunidad por la salud de los dos ejemplares. De hecho, el ingeniero sostiene que el entorno “es totalmente favorable para el desarrollo del árbol (en esta parte, se refiere a uno en concreto, de 10 metros de altura y un perímetro de copa de 12) que estamos valorando. Tiene una superficie suficiente para desarrollarse con normalidad, el suelo no está compactado. La copa del árbol aporta una extensa zona de sombreo, creando un ambiente fresco”. Además, añade que, “por el entorno, el estado del árbol y el servicio medioambiental que ofrece a la comunidad, a priori, no se encuentran razones para la tala”.
El informe recalca que, a diferencia de lo que suele ocurrir con esta especie por las características de sus raíces, en este caso no hay afección en el pavimento y, por tanto, tampoco se da uno de los motivos habituales para justificar esta tala. Asimismo, alude a la buena cicatrización de los “brutales” cortes de ramas que se han producido, por lo que tampoco hay riesgo en este caso, en línea con el resto de ámbitos que se analizan para decidir los niveles de peligro.
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