Abogados 'derogados'

O bien don Pepito no se deja asesorar o bien está muy mal asesorado, aunque ambas cosas pueden ser compatibles. Porque al insigne y profético editor le hubiera bastado para evitar su metedura de pata con la estatua de la Libertad con leerse el artículo que en la misma edición de este domingo firmaba otro de sus más ilustres columnistas, Fernando Fernández, que describía la ciudad de Nueva York como si hubiera mandado su colaboración desde allí. Don José sigue dando bandazos periodísticos, ideológicos, geográficos y judiciales, y hasta nos acusa de mofarnos de sus abogados por haber criticado la iniciativa de demandar al Parlamento de Canarias por intromisión ilegítima en el honor de El Día. Sin ánimo de mofa o burla de ningún tipo, debemos reiterarnos en que la demanda no tiene ni pies ni cabeza y si ha sido admitida a trámite es porque todas las demandas civiles corren esa suerte a no ser que contengan algún tipo de deficiencia que las haga decaer automáticamente. Pero ya que don Pepito nos reclama a voces que nos expliquemos, vamos a hacerlo de la mano de un ilustre jurista radicado en Gran Canaria, con perdón.