Barberos ecopijos por jardineros

El parterre es elemento de jardinería de muy mal agüero en Santa Brígida, especialmente después de que un ex alcalde resultara ejemplarmente condenado a inhabilitación y a galeras por haberse llevado uno por delante en el ejercicio de su excesiva autoridad. Si al gafe se le une que en la villa grancanaria de medianías se mezclaron en un pacto muy provechoso el Partido Popular con Los Verdes, las consecuencias para los parterres se tornaron absolutamente imprevisibles. Casi dos años después, ya tenemos pruebas gráficas del destino que sufren estos alcorques: unas moquetas de fibra que emulan al césped y que sustituyen al práctico picón, tan propio de municipio tan volcánico, rodean a las palmeras. El de la foto se encuentra situado ante el templo masón (con perdón, que ya sabemos que puede ser delictivo) de la carretera de La Atalaya, sin que hasta el momento de obtenerse la fotografía hubiera pasado por allí el barbero ecopijo que ahora habrá de sustituir a los sufridos jardineros.