Cuadrículas plateadas (el regreso)

¡Eureka! Resulta que eso de las cuadrículas mineras no fue producto de un calenturiento subidón de verano que puso a cien todos los ordenadores de este periódico. Ni es noticia vieja ahora rescatada, como si fuera menester recordar cuando en el 83 España ganó 12 a 1 a Malta. Este viernes, no sabemos por arte de qué milagro, la noticia se convirtió en patrimonio de la humanidad. Quizá haya sido porque la Confederación de Empresarios le metió mano al asunto o quizá porque la cosa va camino de convertirse en un escándalo de fabulosas dimensiones. El caso es que, como les advertimos hace sólo un par de días, esto de las cuadrículas y el monopolio minero en Las Palmas, ya corre por muchos despachos y, al menos que nosotros sepamos, sólo ha costado una cabeza, la de José Miguel Suárez Gil en Aevic. Se preguntarán por qué y nosotros, que somos así, les recordaremos lo que ya les contamos aquí una vez: el presidente de la Cámara de Comercio no fue lo suficientemente efectivo como para ejecutar con éxito un oneroso encargo de Félix Santiago y la cosa terminó como el rosario de la aurora. Pero habrá más.