Tiemblan las fortunas con pasta en Suiza

Ha tenido que estallar esta inabarcable crisis para que, de repente, se pongan en cuestión tantas y tantas cosas que habían pasado a formar parte del paisaje, del imaginario colectivo y de los hábitos fiscales más acendrados. Ahora resulta que los gobiernos occidentales se han acordado de las grandes fortunas amasadas durante las últimas décadas de vacas gordas y de cómo gran parte de los beneficios patrimoniales obtenidos han ido a parar a cuentas en bancos suizos. Nos alegramos por el hallazgo, aunque nadie pueda estar seguro de que conduzca a alguna parte. Desde estos territorios ultraperiféricos tocados por los alisios y sus maravillas, estamos en condiciones de poder aportar un par de nombres en situación de tener que encargar a sus asesores fiscales una revisión de lo hecho durante los últimos años, no vaya a ser. Uno de esos nombres es una empresa desconocida para el común de los mortales, Calle Cervantes, S.A., participada al cien por cien por otras mercantiles del grupo Hermanos Santana Cazorla. Es la que compró y vendió La Favorita, allá por el año 2002 de esta misma era.