37 millas de diferencia

La mentira vuelve a cotizarse en la política sin que los ciudadanos castiguen especialmente a quienes la practican. Pretender que todos creamos al Gobierno frente a la agencia Reuter sobre la posible manipulación de los datos del déficit público se torna muy difícil después de tragarnos lo que nos hemos tragado todos los españoles sobre la subida de impuestos adoptada a los pocos días de tomar posesión, o ante el apoteósico abaratamiento de los despidos, tantas y tantas veces proscrito de los discursos pre electorales. Miente el ministro de Defensa con su currículo; miente el secretario de Estado de Seguridad Social diciendo que es médico; miente el ministro de Cultura al utilizar un ensayo como libro de texto para despreciar la asignatura de Educación para la Ciudadanía... Y miente Soria, cómo no, cuando afirma que las prospecciones petrolíferas que se dispone a autorizar manu militari a Repsol están nada menos que a 50 kilómetros de las costas canarias y cuando asegura que se garantiza la máxima seguridad frente a cualquier accidente que pueda provocar una catástrofe natural, y acto seguido, una catástrofe turística. Las prospecciones, como pueden leer hoy mismo en este periódico, están exactamente a 13 kilómetros de distancia, según las coordenadas aportadas por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.