Así maquinaba uno de los tenientes coroneles procesados por facilitar contratos con el Ministerio de Defensa

Sede del Ministerio de Defensa en Madrid

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

E.R.R., uno de los coroneles procesados junto a su compañero C.P.R. como presunto autor de un delito continuado contra la Hacienda en el ámbito militar y un delito de negociaciones y actividades prohibidas a funcionarios públicos, mantenía una fluida relación con uno de los apoderados y director general de la empresa Proman (L.B.M.), que también está procesado como presunto autor de un delito de cohecho.

Esta empresa es adjudicataria de diferentes contratos en el ámbito del Ministerio de Defensa que superan los tres millones de euros. La primera conversación que recoge el auto judicial del Juzgado Togado Militar Central número 2 tuvo lugar el 10 de marzo de 2015 y en ella el teniente coronel le comentaba que la oferta presentada por Proman había entrado en el concurso y que al día siguiente se notificaría la empresa que se llevaría el mismo.

E: Oye, vamos a ver...que nada que no ha habido problema, ¿eh? Que se ha metido la oferta.

L: Ah, ¿sí?,¿no?, claro. Claro , es que...macho…, es así, como tiene que ser.

E: Por eso te digo que...Bueno, nos han admitido todas menos Raspeig que lo han echado.

L: ¿A quién?, a Raspeig. ¿Es que ha ofertado Raspeig, macho?

L. Sí, sí, ha ofertado.

L: ¡Madre mía!

E: Sí, ha ofertado. Estos van a todo lo que se menea.

L: jajajaja.

E: O sea, que lo han echado, precisamente, por no tener acreditado suficientemente la implantación del Lobas 18000.

L: Si es que yo lo he acreditado, más que suficiente.

E: Claro, claro, claro...O sea, que sin problemas, ¿eh? O sea, que mañana que sea lo que Dios quiera.

L: O la notificación, ¡eh!

E: ¿Qué?

L: Que muchas gracias por la noticia.

E: Nada, nada, nada...esto...para eso estamos.

Al siguiente día, 11 de marzo, los mismos interlocutores mantuvieron otra conversación en la que E.R.R. le recomendaba a L.B.M. presentar un recurso a un órgano de contratación, tal como se expone en la siguiente transcripción:

E: Yo si eso tal y como lo veis y yo creo que sí, que deberíais echar para atrás.

L: Sí, sí.

E: Echar para atrás porque claro, si si si independientemente de eso, al final te van a meter los jueces el nardo y hay que pagar a la gente lo que se le debe pues.

(…)

E: Se ha abierto las ofertas entonces, eh, escribir un escrito al órgano de contratación, eh, que al amparo, que habiendo tenido conocimiento de las demás ofertas y tal no se qué no se cuánto y a la vista de las desproporción existente y tal esta UTE considera que dicha desproporción puede ser debida a la obligación del tal y no se qué, por lo cual se interesa de ese Ministerio, de ese órgano de contratación que que aclare la situación posible, o sea futurible, en aras a la subrogación de personal si tiene que afrontar la empresa nueva adjudicataria las deudas de la nueva empresa.

Días después, el 18 de marzo, E.R.R. le recuerda a L.B.M. que sólo tenían 15 días para recurrir el tema de la Comisón para la reforma de las Administraciones Públicas (CORA), aunque ya había sido presentado por la empresa.

E: Oye una cosa. Al final qué vais a hacer. ¿Vais a recurrir el tema de lo de la CORA?

L: Lo de la ¿CORA? Ya está presentado el recurso.

E: A. Lo habéis presentado ya. Ya, ya, pero digo no vaya a ser que, que...para que no se os pase el plazo.

L: No, no. Se presentó ayer o antes de ayer.

E: Ah. Perfecto, vale, vale vale.

(…) E: Claro, claro. No, yo es que...digo a ver si esta gente se va a confiar y como son quince días de plazo desde que se publica el anuncio.

(…)

E: Ya se ha presentado, nada, pues entonces se ha presentado en tiempo y se acabó, vale.

Por su parte, en el auto judicial también se hace eco de otra conversación entre E.R.R. y A.C.A. (ya desimputado), jefe de servicio de Proman, que tuvo lugar el 25 de marzo de 2015 en la que el teniente coronel se ofrecía para escribirle un borrador a la empresa. Unas palabras que que para el juez de la investigación infieren un “evidente interés e implicación activa” del militar.

E: Bueno, pues si quieres hago un borrador de escrito.

A: Sí.

E: Eh, eh, le echáis un vistazo, lo miráis, lo mandamos y se lo decimos a (…).

A: Perfecto.

E: Oiga mire usted que ha publicado usted una cosa que como siga usted así no vemos obligados a recurrir.

(...)

E: Vale, pues lo voy a mirar bien el pliego, porque ya te digo la verdad yo es que lo que voy haciendo es lo voy mirando así lo que va saliendo y os lo voy mandando para pegaros un aviso.

A: No, no, no, genial y te lo agradezco.

E: El pliego, el pliego yo no lo he visto en su totalidad, pero ahora mismo cojo y me lo bajo.

A: Sí.

E: Y empiezo a mirar y con lo que sea hacemos un borrador, un escrito.

Precisamente con estos dos empresarios los dos coroneles mantuvieron un almuerzo en el que, según un informe de la Policía Judicial, L.B.M. le hacía entrega a E.R.R. de dos sobres con 2.000 euros cada uno. Además, el hijo de este coronel fue contratado en 2014 por una empresa que tiene un contrato de prestación de servicio auxiliar para el acuerdo que Proman tiene con el Ministerio de Defensa.

Un teniente del Gabinete de Comunicación del ministro, también procesado

Un teniente del Gabinete de Comunicación del ministro, también procesadoEl Juzgado Togado Militar Central número 2 también ha procesado al teniente S.G.M. como presunto autor de un delito del artículo 191 del Código Penal Militar, es decir, por prevalecerse de su condición para interesarse en cualquier clase de contrato u operación que afecte a la Administración Militar.

El teniente S.G.M. está destinado en el Gabinete de Comunicación del ministro de Defensa. Según la investigación, E.R.R. realizó una llamada el 15 de abril de 2015 en la que se demuestra para el juez togado militar un “interés recíproco” de ambos en la contratación de una cafetería para el Ministerio de Defensa. En la conversación ambos están intentando encontrar una empresa que se haga cargo de dicha actividad.

De este modo, el teniente coronel le comenta al militar destinado en el Gabinete de Comunicación del ministro que “por si acaso hubiera algo y yo pudiera colaborar con algo, pues nada, que me ofrezco voluntario”. S.G.M. le señala en un momento de la conversación “...decían que cuando se vieran las ganancias entonces. Pero claro, eso no es posible”.

Posteriormente, en la misma conversación, el teniente coronel le reconoce su función en los diferentes concursos al explicarle al otro militar que “hay gente que se confunde, ¿no? Es que yo aquí me lo van a adjudicar a dedo. No, no, no. Esto es un contrato que yo no adjudico ni tengo nada que ver, pero que yo le puedo echar una mano. Decirle, mire usted, vaya por aquí o vaya por allá… Porque como sabrás yo tengo muchas información de años pasados...de 23 años pasados”. A esto, el teniente le contesta que “claro, ahora lo que necesitamos es eso: encontrar a uno que quiera, que se decida...” concluyendo el diálogo E.R.R. señalando que “es el momento de buscar a alguien que se pueda meter ahí”, en alusión al contrato de la cafetería en el Ministerio.

Un día después, el 16 de abril de 2015, el teniente S.G.M., le comenta a E.R.R. que le señale, a propósito de Sacyr por petición del director general de la empresa, “qué cosas va a haber...lo que queremos es decirle qué cosa va a haber para que diga ¡ah! Pues sí, porque lo de la hostelería me parece que sí le importa, sí quiere...pero más cosas...yo que sé...gasolina, no sé, no sé qué...y este es el director general...Es el primer contacto a ver, y si después ya eso va para adelante pues nos veríamos todos”. E.R.R. acordó con el teniente S.G.M. que le prepararía un dossier con toda la posible contratación en cualquier ámbito de los tres ejércitos o del órgano central.

Finalmente hay otra conversación en la que se deduce que E.R.R. le ha enviado la documentación solicitada “desde papel hasta sillas de ruedas”. Además, insiste en el tema de la cafetería porque “tiene que estar a punto de salir publicado”.

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