Los productos agrarios de Canarias se encarecen más del doble en su paso del campo al supermercado

Mostrador de un supermercado lleno de verduras

El Diario Agrícola

Santa Cruz de Tenerife —

El índice de precios origen-destino (IPOD) para los productos agrarios, frescos y locales, según el cálculo que realiza la organización profesional agraria COAG-Canarias todos los meses, refleja, para el periodo de febrero pasado, que el valor de transacción en el campo (la renta bruta percibida por el agricultor o ganadero canario) se multiplicó de media por 2,3 para configurar el precio de venta final de esos alimentos agrarios.

Ello supuso que por cada euro recibido de promedio por el agricultor o ganadero local, tras la venta en el campo de sus producciones, el consumidor pagó 2,32 más, lo que representa un incremento en el precio, de inicio de la cadena al final de esta (meter el alimento en la cesta de la compra y pagar el recibo en el supermercado), del 132%.

Por productos agrarios, los mayores diferenciales se hallan en la acelga y el pepino. En el caso de la primera hortaliza, mientras que los productores locales recibieron 0,73 euros por kilo, los consumidores lo pagaron a 3,59, lo que implica un diferencial de 4,95.

En cuanto al pepino, los consumidores se lo llevaron a casa tras abonar un promedio de 1,97 euros por kilo, mientras que los cosecheros solo recibieron 48 céntimos por el kilo producido.

Otros diferenciales que siguen de cerca a los anteriores alimentos frescos son el calabacín (con 1,49 euros en los supermercados y solo 0,44 pagados a los agricultores), y la lechuga, por la que recibieron los profesionales del campo 0,63 euros y los compradores finales pagaron a 1,88.

En el caso de los alimentos de origen ganadero, el mayor diferencial, como viene siendo habitual en los cálculos del IPOD mensual, se produjo en la ternera, cuyo valor desembolsado por el consumidor fue 3,93 veces mayor que el precio a que vendió esa carne el productor pecuario.

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