De Gavilán a Alberto… el CD Tenerife pionero en tele-presentaciones
El CD Tenerife comunicaba este domingo la renovación de Alberto y al tiempo anunciaba que el jugador ofrecería una video-conferencia de prensa el próximo martes para dar detalles del acuerdo.
En la actual crisis sanitaria se han puesto de moda las ruedas de prensa telemáticas. El propio Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, se veía obligado a aceptarlas tras la presión de los medios, que no veían con buenos ojos que tuviese que preguntarse vía wasap.
En las últimas semanas las redes y las tertulias radiofónicas han sido escenario de críticas al CD Tenerife por no sumarse a la nueva moda.
Sin embargo, rebuscando en el pasado encontramos ejemplos que el CD Tenerife siempre fue amigo de los adelantos tecnológicos.
Así tenemos que el 9 de julio de 2004 se presentaba a Jaime Gavilán por video-conferencia.
Carrasco, secretario técnico tinerfeñista por aquel entonces, acompañó a Jaimé Gavilán en Madrid, atendiendo a los medios desde la empresa Tandberg, que cedió sus instalaciones y material para hacer posible la presentación por video-conferencia. La prensa se encontraba en la sede de Telefónica en Santa Cruz, junto a los consejeros Julio Luis Pérez y Eduardo Chinea.
Chinea comentó en la rueda de prensa que el club estaba muy agradecido a Telefónica por dejarle hacer el acto en sus instalaciones y también a la Federación Española, por permitir que el jugador se ausentase de la concentración de Las Rozas para atender a los medios tinerfeños.
Jaime Gavilán se preparaba aquel verano para el Campeonato de Europa Sub 19. Llegó al CD Tenerife en calidad de cedido por el Valencia.
Pero rebuscando aún más en el pasado blanquiazul encontramos otro ejemplo de esa alianza con la tecnología. Cuenta Juan Galarza y Luis Padilla en su libro “El CD Tenerife en 366 historias” que “diciembre de 1959 fue movido para el Tenerife. Su presidente, Ricardo Hodgson Lecuona, debió pensar que era buen momento para estrenar entrenador. Antepenúltimo, en zona de promoción, las miradas se dirigieron hacia el banquillo, ocupado por el guipuzcoano José Ignacio Urbieta. Con permiso de la entidad para pasar las fiestas navideñas en casa, de madrugada, el 29 de diciembre de 1959 y a través de una operadora, se le pudo localizar:
- “¿Señor Urbieta?”
- “Sí, dígame”.
- “Tiene una llamada de Tenerife”
- “Pásemela, por favor”
- “¿José Ignacio?”
- “Dígame, presidente”
- “No hace falta que vuelvas. Estás cesado”.
O sea, que nada nuevo bajo el sol.
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