Que le echen un galgo

Me recordó a Scaferlatti el afán de Zapatero por renovar desde ya la dirección, aún joven, de su partido. No creo que al PSOE le ocurra lo que a la dama palermitana, pero es notoria su obsesión de tirar de jóvenes (y “jóvenas”, claro); al menos nos sorprende a los habituados a que los líderes se esfuercen en impedir que les crezca la hierba alrededor y les haga sombra. Rajoy, por cierto, está en las mismas, aunque sin acercarse tanto a la etapa prenatal de la muchachada.

Frente a esto, el viejo Tenerife-Las Palmas que montó la delegación canaria en el Congreso psocialista. Los tinerfeños se ven menospreciados y seguro que se unirán a los anti López Aguilar. Éste salió reforzado del Congreso y es natural que lo culpen a él, jodido canarión. Por cierto: quienes daban por amortizado a Aguilar se quedaron con las ganas. Se ha visto que en CANARIASAHORA no lo defendíamos sino decíamos lo que había.

Ahora toca hablar de lo difícil que lo tienen sus compañeros y sin embargo enemigos para quitárselo de arriba en Canarias si él no se deja. Porque a ver quien se responsabiliza de correrlo por las claras después de dos victorias electorales, del espaldarazo de Zapatero, de una reforma de estatutos para hacerlo miembro nato de la Ejecutiva y de una proyección de Estado hacia Europa. Que le echen un galgo.