¿Vacaciones? No, gracias

Como sabemos, los sueldos del archipiélago no son precisamente los más altos del país, si a eso le sumamos lo poco dispuestos que están los bancos últimamente a conceder créditos la historia se complica.

El verdadero problema empezó cuando me puse a buscar destino. Me apetecía salir al extranjero, así que primero eché un vistazo a los países europeos. Italia y Grecia no pasan por su mejor momento y no está para recibir visitas. Lo mismo pasa con Francia, Inglaterra y Alemania. Y así fui descartando gran parte del continente.

Luego pensé que podría cruzar el charco y conocer EEUU, pero entre coches bomba en pleno Nueva York y vertidos de petróleo en la costa se me quitaron las ganas.

Finalmente, me centré en Asia. Empecé descartando los lugares que son proclives a ser arrasados por huracanes y tormentas tropicales durante los meses de verano y el número de países disminuyó considerablemente.

Cuando por fin decidí el lugar donde pasar mis vacaciones me encontré con el siguiente problema; ¿Dónde comprar los billetes? Viajes Marsans completamente descartado y el resto de agencias me ofrecían precios desorbitados, así que decidí acudir a Internet, ese maravilloso mundo de ofertas y paquetes de vacaciones muy baratos.

Seleccioné el destino deseado, el precio de los billetes me pareció razonable, así que continué con el proceso de compra. Elegí fecha, horario, número de maletas, asiento, etc. y cuando me quise dar cuenta, entre tasas incomprensibles y el cobro por la segunda maleta, el precio del billete se había triplicado.

En ese momento comprendí que este año no me voy de viaje. Así que apagué el ordenador, y pensé en lo orgullosa que estaría de mí Rita Martín porque este año, Yo me quedo en Canarias.