¡Súper!

Hace unos días leía en la prensa insular una noticia acerca de nuestro querido vecino barrio de Puerto Naos. El Cabildo ha ido permitiendo poco a poco el regreso a varias viviendas y parece que nos vamos aproximando a la “normalidad” a medida que se acerca el verano.

Particularmente, espero que esa normalidad llegue pronto al 100% y que todos los que así lo quieran puedan volver a sus casas de Puerto Naos cuanto antes. Seguro que muchos lo están deseando desde hace tiempo...

Pero la noticia que leía en la prensa no hablaba exactamente del regreso a las viviendas. Hablaba de las medidas económicas que se van a poner en marcha para incentivar la recuperación de los negocios de Puerto Naos durante esta nueva fase de apertura.

Recordemos que allí aún no está abierta la farmacia. Ni tampoco los bares. Y mucho menos el resto de comercios y restaurantes. Pero lo peor de todo es que en Puerto Naos aún permanece cerrado lo más importante y fundamental para poder vivir en un barrio: el supermercado.

Porque estaremos de acuerdo en que sin un supermercado en un barrio es casi imposible volver a la verdadera “normalidad”. Y es que, como dijo François de La Rochefoucauld, comer es una necesidad.

Pero la noticia era positiva porque mencionaba que pronto permitirán la apertura de la farmacia y... ¡del supermercado! Y eso es para Puerto Naos un notición. Porque en cuanto esté abierto el súper vivir allí será mucho más fácil.

Me alegro mucho por todos mis vecinos, lo digo de corazón y con todo el cariño del mundo. Vuelvan y devuelvan a su maravilloso barrio la alegría que siempre ha tenido. Era un gustazo ir allí y pasear por la avenida, tomar una cerveza escuchando música o un helado viendo la puesta de Sol.

Vuelvan a Puerto Naos, con un súper todo empezará a ser más fácil.

Cómo molaría si más arriba, más lejos de la costa, allí al lado de la Montaña Rajada, tuviésemos también un supermercado además de tener al lado ese volcán que tanto se llevó.

Cómo nos alegraría a todos los mancheros que algún empresario privado o emprendedor nos dijera mañana: “Vamos a abrir un nuevo súper en Las Manchas”.

Cómo nos molaría en este barrio que tiñó sus verdes montañas de negro que nuestro Cabildo ofreciera también alguna medida económica que sirviera como incentivo para que ese empresario o emprendedor se lanzara a ayudar a también a nuestro barrio.

Sé que han hecho muchas cosas por nosotros. Lo sé. Y les damos las gracias 1.000 millones de veces.

Pero también sé que aquí seguimos con la Montaña de Noelia, que nunca existió y que cada día que el viento sopla nos envuelve de arena y polvo negro.

Seguimos sin gasolinera y sin nuestra carretera LP2, que ni antes de fin de año ni en dos meses más se ha comenzado. Y que es absolutamente vital no solo para los mancheros sino también para la gente de El Charco y Fuencaliente.

Y seguimos, también, sin un súper.