El concejal cotorra que acompañó a Paquirrín a Madrid se desparramó de lo lindo ante la actitud un tanto pasota del alcalde, que a estas alturas debe estar arrepentido de haberlo llevado de viaje. La conversación pasó pronto de las sugerencias jurídicas al cotilleo sobre un tal Alexis, de cuya restante filiación no tenemos noticia. El concejal parlanchín dijo que tal personaje tiene una casa en Arinaga, donde se lo pasa en grande cada fin de semana consumiendo sustancias prohibidas de modo frenético. El alcalde, antes de hacerse el dormido, lo miró y le dijo, “¿y eso, qué?” Sus razones tendría el concejal, como las de Onalia. Pero de éso ni se habla ya en Mogán.