Nunca hay que menospreciar cualquier gesto del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, del que se puede decir de todo, menos que se haya vuelto tarumba. La fotografía de este lunes, sentado en el despacho del presidente del Gobierno, Paulino Rivero, levantándole más de 12 millones de euros para Guaguas Municipales y arrancándole otros compromisos para la ciudad, ha de ponerse en relación necesariamente con las últimas y extravagantes declaraciones que ha hecho a la prensa. Especial atención ha de merecer a los sesudos analistas comprobar el radical y constante alejamiento que ha marcado el alcalde de la capital con las formas de ejercer las tareas de oposición de su secretario general, Juan Fernando López Aguilar, particularmente con el presidente y el vicepresidente del Gobierno.