Evidentemente, lo único logrado por la empresa ha sido aumentar el desgaste de su imagen. Se puede, eh. Porque estas cosas terminan por saberse. Así que cuando este lunes a las ocho lleguen a trabajar, ya sabrán si son blancos o negros. Algunos porque han recibido un burofax en sus domicilios durante el fin de semana, cuestión que no ha sucedido en Las Palmas, lo que no ha sido óbice para que las malas noticias hayan trascendido y se conozcan algunos nombres. Pero vamos a ver, si lleva uno o una trabajando doce años en esto de manejar y elaborar información, cómo puede alguien pensar que no va a saber hacerse con los datos que más directamente le atañen. Aunque los mandamases, al menos en Las Palmas, han intentado la ocultación hasta el paroxismo de impedir la entrada a todos los trabajadores durante el fin de semana. “Así todos iguales y nos evitamos tener que decir a los despedidos que lo están”. ¿Y? Por cierto, estos despedidos, ya les decimos, que son los del Expediente de Regulación de Empleo, otros muchos contratados por obra o por medio de subcontratas hace tiempo que se buscan las lentejas en lugares donde les tratan con un pelín más de delicadeza.