Se le pone interesante, a la par que tenso, el asunto de los candidatos al Partido Socialista Canario, sección provincia oriental. Ya les explicábamos el otro día lo chungo que lo tiene Arcadio Díaz Tejera para sintonizar con la masa social, es decir, con el militante que paga cuotas y espera algo más de la dirección (por llamarla de algún modo). Y mucho más cuando se leen los títulos que da el candidato independiente a sus conferencias en la Agrupación Local de Las Palmas. No les impresiona, nos tememos, sino que se alimenta la teoría de que los jueces estrella ya han pasado por el PSOE con mal rollito. Arcadio Díaz Tejera ha pactado su entrada, y no sabemos si también su salida. Sí ha hecho un gesto que hay que medir en todas sus consecuencias, el de pedir que le garanticen dos mandatos en el Ayuntamiento, tanto si es al calorcito del gobierno como si es a la intemperie de la oposición. O sea, ocho años municipales que no se los come con papas ni el monstruo de las galletas. Pero ni así, el personal socialista quiere que se reúnan las viejas glorias y se planten ante Juan Carlos Alemán para decirle que pasan lo de José Miguel Pérez, pero que no están dispuestos al cáliz de Arcadio. Las dudas crecen, los ánimos se caldean, y la Ejecutiva Insular que aprueba la cosa arcadiana casi clandestinamente, como si no fuera con ellos. Raro sí que es.