Hubo de casi todo en esta segunda sesión, hasta malcriadeces insoportables. A López Aguilar le afeó el presidente que usara su teléfono móvil cuando se dirigía a él, lo que constituye una auténtica cafrada para el líder de la oposición, que ha de meterse entre pecho y espalda las larguísimas intervenciones de Rivero. Mucho más reprobables fueron las imágenes que se dieron por televisión de la consejera de Educación (ejem) durante la primera intervención del portavoz socialista. Milagros Luis Brito se reía con gestos que iban de lo nervioso a lo directamente histérico. Algunos lectores se fijaron especialmente en sus labios para tratar de detectar lo que decía la consejera, y la verdad es que si se confirmaran algunos exabruptos, malo, malo.