Pero si ya es memorable la afirmación de que el PP ganará por mayoría absoluta y por decreto en San Bartolomé de Tirajana, más incomparable es la teoría desplegada por el alcalde para definir a Juan Francisco Ramírez, el concejal tránsfuga gracias al cual prosperó la moción de censura que mantiene a Marco Aurelio Pérez en el machito con la ayuda del PSC, y de Ramírez, claro. No sabemos qué se traen entre manos Marco Aurelio y Ramírez, pero algo sabrosón debe ser cuando el alcalde le dedica una teoría sobre el transfuguismo digna de manual: Ramírez no es tránsfuga, “sino un concejal que formó parte de un partido político (CCN) que fue absorbido por Ican, y él no se dejó absorber”. Ah. Ahora entendemos, pero ¡qué ignorantes somos! ¡Qué escasísima capacidad de análisis político tenemos! Pero ¿cómo hemos podido dudar, siquiera un instante, de la injusticia que se cometía con ese muchacho? Sugerimos que, para mejor proveer y lavar su imagen política, que el PP lo asuma como militante y lo nombre secretario general en San Bartolomé de Tirajana. Y que el pleno lo nombre hijo predilecto, ¡hombre, por Dios, que se haga justicia!