Muy bien. Genial. Menos mal que las fabulosas teorías sobre la relación directa entre el último interrogatorio de Dimas Martín y las detenciones de la operación Jable fueron puestas en cuarentena por todos, porque de lo contrario ahora estaríamos haciendo cábalas imposibles. Ya les dijimos aquí que no cuadra que una operación de ese calibre pudiera montarse en escasos días, los que distaron entre la comparecencia de Dimas Martín ante el juez Pamparacuatro (día 16) y las dos tandas de detenciones (días 19 y 23). A esa razón de tanto peso se une la identidad de los nombres de algunos de los detenidos, como la propia hija del líder del PIL en la sombra (con perdón), Susana Martín, o la de las personas que, como ella, han actuado como presuntos testaferros de la fortuna inmobiliaria del preso más acaudalado que se conoce a este lado del Mississipi. Especular está bien en las zapaterías o en las peluquerías, pero con las cosas de comer...