El estrés en el que metió a toda Canarias este martes Tony Rivero nos impidió acercarles a ustedes algunos sabrosones comentarios sobre el almuerzo de navidad de la Confederación de Empresarios. De entrada hay que poner un quince a la persona o personas que organizaron la distribución de mesas, porque no se puede estar más atinado. Al representante de este periódico, nuestro jefe de Economía, lo vinieron a colocar en el ojo del huracán mismamente. Así, en su mesa estaban Francisco Palero, presidente de la Fedac, y Juan Rodríguez Betancor, presidente de Fetel, ambas asociaciones de claro color plateado. Y de remate, Armando Rodríguez, socio de Suárez Gil en la empresa Unifrutti, dedicada a la importación de manzanas de Chile. Los tres trataron de ejercer de cordiales compañeros de condumio, quizá por eso todos ellos lanzaron algunos mensajes que trataban de dar la apariencia de alejamiento, o cuanto menos de enfriamiento, en las relaciones con su líder natural, el muy mentado presidente de la Cámara de Comercio. Por un momento aquello parecía real, pero hechas las oportunas averiguaciones, estamos en disposición de asegurarles que el clan sigue unido como una piña.