Que Arnáiz y Freire compartan mesa y mantel con Wilebaldo Luis Yanes dice mucho de todos ellos. Y del alto valor que tienen de la amistad, sin duda. El primero, gran gestor de la Autoridad Portuaria, y el último, relacionado con el caso eólico y con el de supuestos favores judiciales del presidente de la Audiencia Provincial, son personas que ocupan con justicia el candelero informativo local. Nos agrada el encuentro que descubrimos porque Willy se nos quejaba el otro día de la facilidad con la que amigos y seres queridos le iban cancelando comidas previamente cerradas desde que se conociera que estaba en el ojo del huracán. Sin embargo, hay amigos leales capaces de aguantar la crítica social, el desprecio del que aún no ha sido procesado y el olvido de favores obtenidos. Lo curioso de este almuerzo de Arnáiz, al que en total acompañaban nueve personas, es que en una mesa cercana hablaba de trabajo el fiscal anticorrupción junto a un alto mando policial. Si se escuchaban mutuamente nada podemos afirmar porque no estábamos tan cerca.