Agosto, como les tenemos dicho, es mes propicio para publicar en el Boletín Oficial de Canarias esas adjudicaciones de oca a oca y tiro porque me toca muy al estilo de este Gobierno nacional-pepero. Y no iba a ser Yolanda Perdomo quien se abstuviera de darnos una alegría en fechas tan señaladas. Efectivamente, la muy viceconsejera de Turismo firmó el pasado día 24 la adjudicación de las obras para la construcción de un carril bici en la carretera GC 500, a la altura de Meloneras. Una obra que, vaya por adelantado, nos parece estupendísima para una zona que se pretende potenciar como paradigma de la calidad turística. Pero, ¿alguien puede explicar por qué una acción así se tiene que adjudicar mediante un concurso convocado por el trámite de urgencia y por el procedimiento negociado y sin publicidad? Porque el precio no es moco de pavo, algo más de 195.000 euros, y el adjudicatario, Hermanos Santana Cazorla, nada sospechoso de llevarse contratos a dedo de las administraciones públicas.