La nomenklatura mauriciana se ha reactivado y ha prohibido tajantemente a cualquier mortal que tenga algo que ver con la transparente ampliación de capital que el camarada prepara en Gascan que abra la boca para algo más que no sea respirar. Algunos restos estalinistas le quedan al consejero de Economía y Hacienda, y los emplea cuando es menester. Y ahora es menester que todos estén callados, que nadie informe de los acuerdos de las juntas generales de Sodecan y de Gascan porque, en aplicación de la prometida “máxima transparencia”, nadie se puede enterar de la fórmula que han decidido aplicar para la ampliación de capital de la sociedad mixta que ha de ocuparse de la gasificación de Canarias. Lo hemos pedido por el conducto reglamentario a la Consejería de Hacienda, y cuando nos contesten, les contaremos.