Pedro Anatael Meneses asegura que la noticia le cogió de improviso, pero la verdad es que hasta nosotros veníamos anunciando su decapitación desde hace más de un mes. Primero le tocó a otro coherente, Antonio Morales, que fue expeditivamente desalojado de la Autoridad Portuaria de Las Palmas por oponerse a la ampliación de Arinaga con planta regasificadora incluida. Luego ATI en peso empezó a presionar al PSOE para que, antes de dar el bastón de mando a Mayoral, cayera Anatael. Puertos del Estado aguantó el tirón mientras pudo, pero al presidente del Gobierno, Adán Martín, le tocó las narices de manera grandiosa la noticia de que el hoy expulsado había ido a Bruselas a explicar las excelencias de Granadilla y a exponer las alternativas en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. El comisario correspondiente le explicó que los 58 millones de euros de fondos de cohesión posibles para Granadilla pudieran quedarse en cero si el proyecto no se adecúa a las exigencias comunitarias. Y eso le tocó la fibra sensible a Adán, que ya saben como se pone con los proyectos que tienen que ver con el famoso eje transinsular. Y con el exquisito equilibrio.