La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, Luz Caballero, presentó balance de su primer año de gestión, que a algunos habrá gustado más y a otros menos. Pero es un dato objetivo que en su primer año de Gobierno, tras 12 años de PP en el poder, Caballero heredó una deuda muy cultural de 1,5 millones de euros y que doce meses, pese a haber doblado el número de actuaciones culturales de sus predecesoras y haber saneado gran parte de ese déficit, parece poco tiempo para establecer juicios sosegados sobre su gestión y para compararla con las tres legislaturas anteriores de los populares. La situación se parece además como dos gotas de agua a la que ha heredado Jerónimo Saavedra en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, tanto en las áreas de cultura como en otras igualmente significativas por su capacidad inversora. Pero claro, el PP quiere hacer creer que en un año son los progresistas los que no saben gobernar, mientras que más de una década de poder popular, con innumerables sentencias judiciales con las que ahora se deben hacer frente a sus desafueros -y que han dejado las arcas públicas semivacías-, eso son minucias, anécdotas, daños “colaterales”...