El acto tuvo momentos especialmente emotivos, como ha quedado dicho. El público aplaudió a rabiar, sobre todo a Manuel Padorno, cuya viuda, Josefina Betancor, recogió el título de hijo adoptivo, el mismo que le negó el año pasado el Ayuntamiento de la ciudad porque la propuesta partió de la oposición. Soria aplaudió, como si la guerra (con perdón) no fuera con él. También resultó muy cálida la ovación al médico Marcos Gómez Sancho, director de la Unidad de Cuidados Paliativos, y el programa Tenderete, que recibió el Roque Nublo de Plata junto al futbolista de Arguineguín Juan Carlos Valerón. Por cierto, Valerón no es Tristán, como por error apareció en el vídeo que se proyectó.