Las irreconciables diferencias existentes en la Policía entre dos sensibilidades perfectamente definidas y capitaneadas están conduciendo a situaciones como las que aquí describimos: dos funcionarios descubiertos con una mano en la fotocopiadora y la otra repartiendo lo que escupe el chisme son utilizados como armas arrojadizas para abrir aún más la brecha entre el jefe superior y los comisarios responsables de Policía Judicial y de Científica, enfrentados por un cúmulo de desencuentros que a la postre están conduciendo a la desmoralización del cuerpo y a engordar las tesis de los malos. Porque ha sido en los casos de corrupción del PP donde se más se han notado, miren por dónde, estos enfrentamientos. Llegan a tal punto las zancadillas que se ponen los unos a los otros que hasta son capaces de colocar pistas falsas y algunas minas para entorpecer y enturbiar las investigaciones. Sobre la mesa del alcalde de Mogán, Paquirrín González, avisado con antelación de su detención, sólo apareció un anónimo en el que se ponía a caer de un burro a un inspector de la Brigada de Información y a la comisaria número dos de la Jefatura. Ver para creer.