Se podrán imaginar el cabreo de los técnicos, los consejeros y el presidente del Cabildo de Gran Canaria ante la situación generada: la consejera de Turismo de Canarias, aliada con el vicepresidente del Cabildo tinerfeño, desbarata el proyecto de rehabilitación del palmeral de la primera zona turística de Canarias para dar tiempo a Bermúdez para arañar unos milloncitos para Tenerife. José Miguel Pérez no dejó que pasara un minuto y telefoneó al ministerio, que le dio la razón por haber sido la única institución que presentó proyectos elegibles en tiempo y forma y porque se acababan los plazos. Para colmo, al aceptar Medio Ambiente la propuesta, fue ese ministerio el que asumió el 25% de los costes de financiación hasta completar la aportación de la UE.