Les proponemos un ejercicio sencillo: imaginen un concurso público para adjudicar el proyecto, la obra y la explotación de una clínica privada sobre un suelo público en cualquier municipio del sur de Tenerife. Imaginen, a su vez, que al concurso se presentan tres empresas, una tinerfeña, otra grancanaria y otra peninsular. El Ayuntamiento en cuestión pone el asunto en manos de expertos, de técnicos que evalúen las tres ofertas y presenten sus conclusiones a los responsables políticos para adoptar una decisión lo más certera posible. Un último esfuerzo les pedimos, ¿se imaginan que en la lógica de ATI, la instaurada por Adán Martín hace años en Tenerife, ganara la oferta grancanaria? ¿No se lo imaginan? Pues algunos imaginaron que la lógica de ATI se tenía que imponer también en Meloneras sin la aplicación de otros criterios de tipo técnico. Finalmente ha ganado la oferta grancanaria, la de la clínica San Roque. Pero nosotros nos comprometimos a contarles cómo resultaron los informes técnicos para que ustedes tengan todos los datos y adopten sus propias conclusiones.