La llamada de los concursantes a este periódico no se había producido nunca, ni cuando dijimos que el decreto de creación de casinos era un disparate, ni cuando apuntamos (y dimos en la diana) afirmando que el primer concurso iría destinado a Meloneras y ya sabíamos a quiénes. No, no llamaron cuando contamos lo que hemos podido contar acerca de las maniobras político-empresariales que han rodeado esta vergonzoza operación. Vienen a llamar cuando la policía americana detiene en Arizona al hijo del presidente de un grupo empresarial español directamente relacionado con uno de los socios concursantes. Y llaman, encima, para decir que es mentira, que Recreativos Franco no tiene nada que ver con Orenes. Menos mal que no se metieron con la descendencia del caudillo, como hicieron por error multitud de diarios americanos, porque entonces era para apaga y vámonos.