Hasta mucho tardó en asomarse ante los medios de comunicación el que fuera presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas (hoy de Gran Canaria) e inigualable coordinador empresarial José Miguel Suárez Gil. Lo hizo este jueves mediante una rueda de prensa celebrada en el hotel Fataga, propiedad del empresario José Moriana, uno de los pocos que aún le apoyan para la reconquista cameral y todo lo que de ella pueda colgar. Acompañaban al Zorro Plateado en su reaparición pública un poker de ases del tejemaneje pseudo empresarial, a saber: Luis Hernández, ex presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas; Francisco Rodríguez Batllori, el primer consejero de Empleo del caso Icfem, hoy funcionario en situación de servicios VIP; Juan Socorro, experto en la creación de asociaciones empresariales encaminadas a la obtención de subvenciones para hacer páginas web, y el irreductible Graciliano Afonso, que aún cree que puede ser presidente de la CEOE o del Fondo Monetario Internacional. Entre bambalinas, pero tratando de mover a estas patéticas marionetas, el empresario Jaime Cortezo, del que se puede decir lo mismo que Pepe Alemán dijo una vez de Mauricio: “por donde pasa no vuelve a crecer la hierba”. Ni el dominio público marítimo-terrestre, añadimos nosotros.