Hasta mucho han tardado José Manuel Arnaiz y su equipo en buscarle un echadero a José María Hernández León, el ingeniero de Caminos que saltó a la fama recientemente por ser coautor, junto al ahora presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, del contrainforme del que se agarró la empresa Lopesan para recurrir la adjudicación de la ampliación del dique Reina Sofía. De tal tamaño fue aquel escándalo que el Ministerio de Fomento destituyó a Hernández de su puesto de delegado en Las Palmas sin apenas agradecerle los servicios prestados. Parecía evidente la incompatibilidad, pero está visto que en el Bajo Volta, capital de Isla Mauricio, determinadas indecencias se premian. Y si no había manera de colocarlo en un puesto existente, nada, tranquilos, se crea uno a la medida y a correr, que son cuatro días los que vamos a estar en este valle de lágrimas.