No lo hemos podido confirmar con una tercera fuente, pero las dos primeras, entre vítores de alegría y besos volados al retrato de la alcaldesa, nos han asegurado que el comisario político colocado de jefe de gabinete de Pepa Luzardo coge puerta. La alcaldesa ha dicho que hasta aquí ha llegado y, tras darle el tiempo prudencial para buscarse la vida, ha dicho adiós a Víctor Rodríguez Gago. Él solito, con esa cara de yo no fui con que le premió la madre naturaleza, había convertido la sexta planta de las oficinas municipales en la secta planta, de puro estilo fascistoide que pretendió implantar. Pepa, que ya había advertido de que se quiere gobernar sola, ha empezado por cargarse esta rémora enviada por Larry Álvarez y su Excelencia el presidente del Cabildo de Soria (provincia de Las Palmas). Dada su ideología ultraliberal y derechosa, Gago ha encontrado echadero en un periódico de tirada nacional que también carga del mismo lado y donde se pondrán muy contentos leyendo lo que va a escribir. En el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ya lo han despedido en la intimidad con el deseo de que no quede constancia en ningún sitio de su paso por una institución democrática.