Por patas. El muñidor empresarial José Miguel Suárez Gil, conocido en público y en privado como el Zorro Plateado, puso pies en polvorosa cuatro días antes del monumental batacazo que su opción se dio este jueves en las elecciones a la Cámara de Comercio de Gran Canaria. Él no se presentaba a la presidencia, es verdad, del mismo modo que es verdad que su movimiento (con perdón) mantuvo tapado siempre al que querían proponer para sustituir a Ángel Luis Tadeo, que no era otro que Luis Hernández. El resultado no pudo haber sido más elocuente: 34 vocales para Tadeo y tan solo 6 para la opción plateada, lo que muestra bastante a las claras que su hegemonía ha terminado, que el movimiento empresarial que lo aupó hace un lustro no lo quiere ni para que organice un asadero en su casa de Tafira. El Zorro lo sabe, y por eso hace meses que decidió establecerse en La Florida en compañía de su nueva esposa, Josefina Navarrete. Pero no se entusiasme el público, que volverá como hizo el general MacArthur. O como el turrón, que no sabemos muy bien qué intenciones le animarán la próxima vez.