A todo esto, ¿qué pintan Telefónica y Serviport (hoy Inerza) en este embrollo? Pues eso, eran los convidados de piedra para simular una empresa privada que no tenía más ingresos que los que aportaba el ITC, como confirma el Gobierno a través de los artículos publicados en Canarias7. Ni ganaban ni perdían, pero tampoco querrían verse implicados en un escándalo parlamentario, por lo que suponemos que estarán tirando voladores con la salida en la prensa del artículo en el que se decía que el Gobierno se comprometía a ?que las nóminas de los empleados correrían a cargo del erario público. Además, la Administración se comprometía a sostener económicamente a la empresa durante los años sucesivos? o sea, por figurar. Por cierto, de nuevo Telefónica, la empresa de cabecera del viceconsejero de Nuevas Tecnologías, Antonio Núñez.