Interesante aportación la que hacen los redactores del enésimo informe sobre la viabilidad del tren de alta velocidad en el corredor Este-Sur de la isla de Gran Canaria, informe que ha pasado a engrosar ya la lista de los más de dos millones de euros que nos va costando el tren por el momento. Lo publicaba La Provincia este lunes y, la verdad, la cosa no tiene desperdicio. De entrada, nos hemos enterado de que el tren empingado va a quitar viajeros especialmente al transporte público, es decir, en más de un 58%; luego, al vehículo privado, en un 48, y finalmente generará una demanda inducida del tres y pico por ciento. Teniendo en cuenta de que es un informe por encargo del promotor de la majadería, el Cabildo, no está mal la cosa. Porque, a ver cómo se come que nos gastemos entre todos 601 millones de euros, produzcamos un destrozo ambiental de tres pares de narices para restarle los viajeros al transporte público ya existente, con el muy loable objetivo de ahorrarnos exactamente once minutos entre San Telmo y Maspalomas. Sin contar, claro está, que las administraciones públicas tendrán que seguir subvencionando a los viajeros de las guaguas a través de los contratos-programa y añadir la correspondiente partida para los usuarios del tren. Que irán a toda leche, pero desconocemos a qué precio por cabeza, lo que nos da que pensar inmediatamente.