El graduado social en cuestión se llama Domingo Mena, pero vaya por delante que no es pariente de José Luis Mena, el funcionario responsable de la oficina de Urbanismo de la ciudad de Telde. Domingo Mena, a lo que íbamos, hizo incluir en su contrato una cláusula por la que, en caso de no renovársele el contrato o resultar despedido, cobraría como indemnización cuatro veces lo que mandan los cánones para este tipo de situaciones. Es decir, que el experto graduado social no acepta una caducidad de su contrato, sino que ha demandado a Urvitel por despido improcedente para que le aflojen una pasta gansa. De ganar el pleito, el señor Mena se embolsaría lo que, en caso de resultar despedido, jamás se llevaría el actual gerente de Urvitel. Pero el de Domingo Mena no es el primer caso de fichajes estrellas de doña Toñi Torres.