Pero las cosas de Ángela Navarro no se limitan exclusivamente a la tomadura de pelo cotidiana a la que somete a los dirigentes socialistas canarios, que son de un candor insuperable. También afecta a personas de la plantilla de TVE-C. Se asusta ante un sindicalista pero es capaz de dejar en la estacada a una productora externa por la relación personal de una de sus propietarias con un reportero gráfico del ente. Un programa sobre los escudos de los municipios canarios, financiado por la Fecam, no fue emitido por TVE tras la firma del correspondiente contrato porque los promotores de la idea contrataron a una productora, Toma Producciones, en la que hay una persona que viene a estar casada con un reportero del ente. Un trabajador que ni tiene capacidad de decisión ni relación alguna con el departamento de programas ni con los que firman y contratan. Más cabreos, que es la guerra. Lo que sea para no irritar a Soria.