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Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

THE IRREDEEMABLE ANT-MAN

Su último trabajo en la casa de las ideas -aunque debió ser uno de los primeros, que todo hay que decirlo- fue la serie limitada de doce números The Irredeemable Ant-Man, la cual, tal y como ha comentado el mismo autor, tampoco estaba planteada como una serie limitada, sino como una serie regular. El caso es que un proyecto llevó a otro –y una cancelación a la otra- y al final no fue hasta diciembre del año 2006, cuando la serie pudo llegar hasta las librerías.

Kirkman ha declarado, en más de una ocasión, que The Irredeemable Ant-Man fue la serie más divertida de todas las que escribió para Marvel, y así se puede leer, por ejemplo, en el correo del lector que se publicó en la última entrega de la colección y en otros medios como en una entrevista concedida al portal Comics Book Resources.

¿Que cuál es la idea detrás de The Irredeemable Ant-Man? Mi plan es muy sencillo, se trata de entretener al lector. Con esta serie lo que quiero intentar es algo totalmente diferente. Quiero que el lector que se termine de leer un número diga “Oye, pues no esperaba que ocurriera eso.” Me gustaría que, en esta serie, se diera el caso de que cualquier cosa es posible, estando firmemente anclada en el universo de Marvel, eso sí. Así que, si te soy sincero, en cierta forma he estado planteándome esta serie unos dos años.

Ant-Man es un héroe para una nueva generación de lectores. Este personaje va a ser muy diferente de cualquier otro héroe de Marvel. Sí, tiene un casco, se encoge y aún puede hablar con hormigas e insectos, pero, sin contar con eso, el resto es completamente nuevo. Se trata de un nuevo héroe con traje, pero los aficionados conocerán a muchísimos de los personajes que aparecerán en la serie.

La serie plasma todo el repertorio argumentos que forman el estilo narrativo del guionista de Kentucky. Desde diálogos muy, muy serios y trascendentales, pasando por los problemas inherentes a una relación de pareja –más los secretos inconfesados que minan cualquier relación- y acabando por el afán del guionista por situar el mundo superheroico dentro de la esfera de la realidad cotidiana. Sobre este mismo asunto, Kirkman puntualizaba en la misma entrevista para Comics Book Resources.

Esta serie será densa y bastante seria. No le faltará algún que otro momento gracioso, pero, en general, será bastante oscura. Sí, tendrá una buena parte de acción, pero también habrá espacio para desarrollar a fondo a los personajes. Creo que será una mezcla entre Los Muertos Vivientes e Invencible, pero con menos zombis y muchos más superhéroes.

Hay que decir, antes que nada, que el personaje con el que trabajará Kirkman no es el hombre hormiga clásico –Henry Pym-, sino un agente de segundo nivel de la organización SHIELD llamado Eric O´Grady. Pym, mítico científico y uno de los primeros Vengadores, aparece en la historia, pero de una forma un tanto tangencial y sin el protagonismo que le llevó a ocupar las páginas de la colección Tales to astonish, en los años sesenta.

En este caso, O´Grady asumirá el papel de diminuto héroe por motivos absolutamente circunstanciales y, para colmo de males, se le acusa de haber matado a su mejor amigo, Chris McCarthy, a pesar de ser inocente.

Una de las novedades de la narración es que ésta comienza con un flashback, recurso que raramente utiliza el escritor. Tras las páginas iniciales, donde el nuevo Ant-Man salva a una joven de un asalto, empezaremos a conocer a cada uno de los personajes, sus motivaciones y la razón de muchos de sus actos futuros.

Muchos de esos comportamientos estarán condicionados por el momento en el que se publicó la historia, dado que la aventuras de este nuevo Ant-Man se moverán, antes y después de la Civil War –con acta de registro mutante de por medio- y el forzado recambio en la cúpula de SHIELD, el pétreo Nick Furia por la no menos resolutiva María Hill.

Otros acontecimientos que también se dejarán notar en la serie serán la llamada World War Hulk, para lo cual basta con leer The Irredemable Ant-Man# 10 o los sucesos narrados en Wolverine: Enemy of the state, razón por la cual el mutante canadiense acabo dando con sus huesos en el helitransporte de SHIELD, tal y como se ve en las últimas páginas de la primera entrega de la serie limitada.

Ante tal avalancha de acontecimientos editoriales, el guionista, lejos de amilanarse lo más mínimo, se las apaña para no sólo no variar su manera de contar una historia, sino que se atreve a incluir páginas tan explícitas como en la que se ve a Verónica y Eric pasando de los pensamientos a los hechos, delante de la tumba de Chris McCarthy, después del funeral de este último.

Otra de las escenas propias del estilo del guionista es aquélla en la que Eric le confiesa a Verónica que no puede hacerse cargo del hijo que ésta espera, dado su pánico a que el bebé termine por convertirse en una persona igual que su padre. Kirkman estira la situación merced a una maquetación de página en donde se colocan hasta 16 viñetas por página. Con ello, además de darle un mayúsculo dolor de cabeza a los dibujantes Phil Hester y Cory Walker, logra ralentizar la acción y recalcar, las veces que haga falta, un determinado hecho.

No obstante, y tal y como ya se dijo en la introducción de este estudio, una de las mejores páginas descritas por la pluma de Robert Kirkman es la que luego Phil Hester dibujó en la quinta entrega de la serie The Irredemable Ant-Man. Si después de verla, alguien duda de la capacidad para contar historias de la narrativa gráfica secuencial, mejor que vaya a ver a un psicoanalista “que cobre barato”, por favor.

En el apartado de las ocurrencias, que también las hay, y muchas, merece la pena quedarse con unas cuantas. Lo primero que llama la atención del lector, desde la segunda entrega, es que el presentador y/o narrador de la historia sea una hormiga. La verdad es que no se me ocurre mejor maestra de ceremonias, pero ¿a quién se le podría ocurrir algo así?... Bueno, puede que a Kevin Smith, pero eso lo dejamos para otro momento.

Menos sorprendente, pero igualmente delirante es ver a O´Grady y al agente Carson luchando sobre el ala del eterno bombín de “Dum Dum” Dugan. En la misma categoría de disparate “marca Kirkman” está el reclutamiento por parte de la organización Damage Control del héroe conocido como Slaying Mantis, quien no es otro que O´Grady, empeñado en quitarse al agente Carson de encima.

No obstante, The Irredemable Ant-Man es por encima de todo un viaje por la personalidad y las miserias vitales de Eric O´Grady. Gracias a él, Kirkman se detiene en asuntos como las lealtades traicionadas, el huir de las responsabilidades, el éxito fácil, las tentaciones materiales y las mentiras que acaban por surgir cuando uno pretende justificar sus propias erróneas acciones. Ni O´Grady ni sus sentimientos salen ilesos de un proceso de deconstrucción tan del gusto de Frank Miller durante los años ochenta. Al final, su empeño por evitar cualquier responsabilidad se tornará en una oscura soledad interior, la cual le obligará a tomar una decisión tiempo atrás postergada.

Con The Irredemable Ant-Man, Kirkman volvió a demostrar que lo importante no es el personaje que te asignen, sino la propia capacidad del escritor por darle tridimensionalidad y unas señas de identidad propia. Para muchos, esta serie no pasa de ser “un mero entretenimiento” y la colocan siempre detrás de sus otros trabajos en la Casa de las ideas, en especial sus zombificados héroes Marvel. Sin embargo, la serie posee una doble lectura que no se debería ignorar con tanta facilidad, tanto por quienes escriben sus opiniones en la red como por aquellos que se auto-califican como seguidores del trabajo del guionista.

Sea como fuere, tras la conclusión de la serie, en noviembre del año 2007, Kirkman continuó trabajando hasta junio del siguiente año, fecha en la que se publicaría Ultimate X-Men# 93, número en el que se despidió de la colección y de la editorial.

© 2015 Marvel Comics.

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