Rosana planta cara a las acusaciones de plagio

Horas después de comparecer en los juzgados de la capital uruguaya por la causa que iniciaron contra ella Roberto da Silva y Alberto Triunfo, quienes la denunciaron por plagio en 2006, la artista canaria revalidó su condición de compositora e intérprete ante el jubiloso auditorio del Cine Teatro Plaza de Montevideo.

Sobre un escenario ataviado de un sillón, un par de butacas, una mesa, velas y flores y que hacía honor al formato del concierto, bautizado Como en casa, Rosana recordó las canciones que le valieron el salto a la fama hace más de una década y presentó algunos títulos de su nuevo disco, A las buenas y a las malas.

La cantante supo meterse al público en el bolsillo desde el principio, y optó por su célebre tema El talismán, single de su primer álbum, Lunas Rotas, para abrir el concierto.

Sin embargo, en seguida aclaró: “Hay gente que piensa que ésa es la canción que me abrió las puertas del mundo. Yo creo que no”.

“Yo creo que es ésta”, agregó, y deleitó a los presentes con una cálida interpretación de la balada Si tú no estás, otro de los temas clave de su primer disco.

Tras el esperanzador mensaje de su nuevo single, Llegaremos a tiempo, Bebes de mí arrancó las palmas del auditorio, cuyos coros, no siempre entonados, acompañaron buena parte de la actuación de la canaria.

Rosana provocó la risa del público con insólitas anécdotas de conciertos pasados y logró su complicidad para gastar una broma a los impuntuales que seguían arribando al teatro una vez empezada la actuación.

“Cuando les haga una señal, yo me despido y ustedes se ponen a aplaudir y a pedir otra”, había indicado Rosana.

Dicho y hecho, al cabo de quince minutos de recital, los espectadores que entraban en ese momento a la sala se encontraron con el supuesto fin del espectáculo, pero la canaria enseguida se encargó de aclarar el pícaro engaño y de continuar con un concierto forjado A fuego lento, como destacó con otra de sus canciones.

No faltó la interpretación de Soñaré, el tema por el que Da Silva y Triunfo interpusieron contra Rosana la denuncia de plagio al considerar que guarda notables similitudes en ciertos acordes con su canción Uruguay te queremos ver campeón, compuesta para el Mundialito de Fútbol celebrado en este país en 1980.

En el concierto, la cantante española no hizo mención al proceso judicial, que ha generado el interés de los medios de comunicación y la opinión pública uruguaya, pero sus gestos de cariño y la palabra “gracias” se convirtieron en constantes durante toda la actuación.

Ese emotivo vínculo entre el público y la artista llegó a su máxima expresión en el tramo final del concierto, cuando interpretó Contigo, Sin miedo y Así son las cosas, tres de sus temas más conocidos, recorriendo una a una las tres plantas del teatro, entre los abrazos y los flashes de sus admiradores.

Yo 'pa' ti sí estoy, cantó Rosana, dándole la vuelta a la letra de otra de sus canciones, al final de un recital en el que demostró que, como reza el título de su último disco, en Uruguay cuenta con un público que la quiere “a las buenas y a las malas”.

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