Canarias suena en el 'paddock'
Un circuito de Fórmula 1 no huele a gasolina ni a gomas quemadas. La velocidad de los monoplazas se siente con el oído. Un silbido penetrante, un aullido estruendoso y, finalmente, una explosión ensordecedora al paso de la veintena de bólidos que disputan un gran premio de la máxima categoría mundial del automovilismo. Un estallido mecanico sobre el asfalto que logra apagar los gritos de las decenas de miles de gargantas agolpadas en los graderios.
Tambien suena a dinero. A miles de millones de euros. Al siseo de billetes y al tintineo de monedas invertidos por escuderias y patrocinadores, manejados por aficionados, espectadores, consumidores. Y potenciales turistas. Por ello, la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias decidió situar el destino del Archipiélago al rebufo de los seis grandes premios de Fórmula 1 programados en Europa.
Tras una inversión superior a los dos millones de euros, la promoción isleña en el circo patroneado por Bernard Charles Bernie Ecclestone comenzó el pasado fin de semana en el Circuito de Cataluña y continuará hasta el próximo septiembre por Magny-Cours (Francia), Silverstone (Gran Bretaña), Nürburgring (Alemania), Monza (Italia) y Spa (Bélgica). Un equipo de 22 personas montó un expositor de 400 metros cuadrados transportado a bordo de cuatro camiones y situado tras la tribuna de la pista de la localidad barcelonesa de Montmeló. Alrededor, junto al lema Canary Islands, your next circuit (Islas Canarias, tu próximo circuito) espacios similares de firmas como McClaren-Mercedes, Ferrari, Bridgestone, Panasonic o Red Bull.
Según las cifras facilitadas este lunes por el departamento dirigido por Manuel Fajardo, los miles de visitantes del espacio canario, en los colores blanco neutro y naranja centrista, instalado en el Premium Site de la Village F1 recogieron más de 150.000 objetos promocionales cada día bajo grandes imágenes y proyecciones, entre recipientes con tierra y otros elementos de las siete islas. Y, además de folletos o agendas con bolígrafos, los potenciales turistas del Archipiélago, aprovecharon, ya que estaban, para fotografiarse con alguna azafata catalana contratada para la ocasión. Menos mal que también se repartieron toallitas refrescantes, aunque insuficientes para el calor que sancochó a las 140.000 almas que colapsaron el domingo Montmeló hasta lograr un nuevo récord de asistencia en la infraestructura.
“Estamos orgullosos de ser el primer y único destino turístico en la Fórmula 1 y sin ombliguismos, porque lo importante es que Canarias esté unida”, subrayó el sábado la viceconsejera de Turismo del Ejecutivo autonómico, Pilar Parejo. Ante la ausencia del Manuel Fajardo como titular del área, Parejo ejerció de anfitriona de una delegación canaria liderada por el presidente autonómico, Adán Martín, y completada con el consejero de Política Territorial, Domingo Berriel, el portavoz del Gobierno, Miguel Becerra, y representantes de los cabildos y patronales presentes en la sociedad pública Promotur. Casi todos. Nadie del Cabildo de Gran Canaria.
Ningún representante del Cabildo grancanario se vistió, por tanto, con camisa naranja en el paddock de Montmeló ni repartió gorras color butano junto al Port Olimpic. Quizá por ello, la media docena de comensales italianos, que cenaban por allí y fueron obsequiados con las baratijas en plenos postres por Pilar Parejo, se decanten por Tenerife. En cualquier caso, el naranja, con nula presencia en las millonarias audiencias televisivas y ahogado entre mareas de azul-amarillo astur y de flechas plateadas, resulta más apropiado para Valencia. Siempre quedará la opción de esperar al regalo postelectoral de mister Ecclestone a los compañeros Francesc Camps y Rita Barberá.