El cierre de Delphi y el recuerdo a las víctimas marca el Primero de Mayo
En Castilla y León, el Primero de Mayo se tiñó de luto por la muerte de, al menos, cinco personas, en Palencia por el derrumbe de un edificio a causa de una explosión de gas. La gravedad del suceso hizo que se suspendiera la manifestación convocada en Palencia por UGT y CCOO, y en su lugar se guardó un minuto de silencio.
En distintas ciudades, como en Valladolid y Madrid, se expresaron palabras de pésame y solidaridad para las familias de las víctimas en el siniestro.
Más de 70 actos conjuntos
La situación de los trabajadores de Delphi, multinacional fabricante de componentes de automoción radicada en Cádiz, también estuvo presente en los actos y manifestaciones que convocaron para este martes los sindicatos mayoritarios (unos 70 entre CCOO y UGT de forma conjunta) a lo largo de España.
Cádiz fue el lugar elegido por esos dos sindicatos mayoritarios para celebrar su acto central en la comunidad andaluza. Junto al lema general de la concentración, “Por la igualdad, empleo de calidad”, el grito que más se escuchó fue “Si Delphi cierra, guerra, guerra, guerra”.
La situación de cierra por la que atraviesa esta empresa fue tratada en distintas pancartas en Cádiz: “Por el mantenimiento de la actividad industrial en Delphi”, “Delphi autogestión pública” y “Las empresas auxiliares de Delphi por el empleo”. Las mujeres de estos trabajadores llevaban un lazo amarillo, que se ha convertido en el símbolo de oposición al cierre.
La solidaridad con este colectivo también marcó el desarrollo de la manifestación de Madrid, en la que los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez y José María Fidalgo, respectivamente, expresaron su oposición al cierre y su defensa de los puestos de trabajo. “Hoy estamos todos en Cádiz”, afirmó Fidalgo, mientras que Méndez aseguró que la decisión empresarial de cerrar Delphi es inmoral e injusta.
El único incidente destacado se registró en Barcelona, donde dos personas, que se identificaron como miembros del grupo independentista Maulets, arrojaron un bote de pintura amarilla a la cabecera de la marcha, en protesta por el “sindicalismo amarillo y pactista” de UGT y CCOO. A media marcha, la pancarta que presidía la cabecera tuvo que ser cambiada por los estragos que produjo la pintura.
La lluvia también deslució la protesta en Barcelona -al igual que en Logroño, Pamplona y Murcia-, donde, a petición de los principales dirigentes sindicalistas, participó Pilar Manjón, portavoz de la Asociación 11-M afectados del Terrorismo. En Madrid, una delegación de dicha asociación fue saludada también por Méndez y Fidalgo, que entraron en campaña electoral y pidieron el voto de la izquierda en los comicios autonómicos y municipales del próximo 27 de mayo.
En Valencia, se recordaron a las 43 víctimas del metro de esa ciudad del 3 de julio del año pasado. En Granada, el Día del Trabajo, por primera vez en la historia, se celebró sin tener que lamentar que en lo que va de año haya habido víctimas mortales en los tajos.