Caen en picado y sin suelo a la vista los precios que cobra el platanero canario

Román Delgado

27 de julio de 2025 20:06 h

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Las previsiones para estos meses de verano de 2025 por ahora se cumplen con dramática precisión. El plátano ha entrada en un túnel de bajos precios y la luz por ahora no hay quien sea capaz de divisarla al otro lado. Nadie sabe si la oscuridad o las tinieblas actuales se mantendrán hasta finales del verano-otoño de este año o quizá todo vaya más allá. Está por ver, aunque se teme que la historia de 2024 se repita: sin precios remunerativos para el plátano canario desde inicios del verano hasta mediados de enero de 2025. Muchos meses sin gloria.

Todo apunta a que esa coyuntura negativa, con pérdidas trasladas a los productores de las islas a través del mercado desde al menos la semana 28, del 7 al 13 de julio pasado (algo que ya tendrá impacto en los pagos de la fruta de este julio, en esa nómina), no ha hecho más que empezar.

Ahí se puede decir que estuvo la entrada en el túnel, y ahora, cada semana que pasa, más oscuro se está adentro. La caída en picado de los precios pagados en verde y al por mayor en la Península, en primera transacción, para las mejores calidades ya se ha consolidado en la semana 29, del 14 al 20 de julio, y en adelante no se espera nada mejor. Según la cotización promedio servida para esta semana, la 29, por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en su informe de coyuntura del mercado, el plátano de Canarias se vendió a 0,71 euros por kilo, lo que representó casi 10 céntimos menos que el valor medio de la semana precedente, en 0,80.

Hace tan solo tres semanas, en la 26 (23-29 de junio), la fruta isleña aún se hallaba en niveles de 1,45 euros por kilo, con ganancias claras para el agricultor isleño. El descenso está siendo muy rápido, en caída libre, y queda aún casi una semana de julio, el temeroso agosto y la mitad de septiembre, esto antes de que arranque la actividad normal en este país tras las vacaciones estivales.

Con el precio medio obtenido en verde y al por mayor en la semana 29 (equivalente al ingreso de los plataneros), los agricultores canarios (unos 7.000 plataneros), no todos, pero sí la mayoría, verán, cuando se realicen las liquidaciones, cómo no obtienen beneficio alguno tras la comercialización de su fruta, pues sus costes agrícolas oscilan entre 0,70 y 0,80 euros por kilo, lo que implicará una venta con pérdidas para muchas de las partidas expedidas a la Península y solo la obtención de renta disponible tras la percepción de la ayuda directa de la UE.

Este subsidio es de 0,33 euros por kilo para 420 millones de kilos al año, pagadero en dos mitades por semestre (ficha financiera de 141,1 millones de euros al año dentro del programa Posei, solo fondos de la UE). Este 2025 es poco probable que se supere esa barrera anual de kilos.

Hay que señalar que el precio percibido por el agricultor en el mercado mayorista ya excluye los costes de transporte, empaquetado y otros, lo que significa que, hecho ese abono al agricultor por las cooperativas u otras entidades comercializadoras radicadas en las islas, solo quedarán por atender los costes agrícolas, entre los 0,70-0,80 euros por kilo, en términos generales.

Una de las cuestiones sorprendentes del derrumbe ya habitual de precios en la estación veraniega es que esta vez eso mismo ha ocurrido con mucha menos fruta ofertada, con envíos a la Península entre los cinco y los seis millones de kilos a la semana. Este viernes, por ejemplo, el llamado comité de comercialización de Asprocan fijó los desembarques para la semana que entra, la 31, del 28 de julio al 3 de agosto, en 5,6 millones de kilos.

En esa reunión, presencial y telemática, retomada tras no haberse realizado la semana precedente, participó, entre otros, el director gerente de la aún la organización de productores de plátanos (OPP) Cupalma, Domingo Martín. También en ella ya se nombró la palabra pica, algo que pidió (o sea, la posibilidad de inutilizar o destruir fruta) la OPP Agriten en la reseñada cita. Esta misma organización es la más pequeña según kilos comercializados de las seis canarias, con el liderazgo de Coplaca, cooperativa de segundo grado.

En la coyuntura actual, algunos especialistas del mercado del plátano sostienen que en breve habrá que picar fruta en las islas; esto es, dejar plátano fuera del circuito comercial (convertido en residuo agrícola o destinado a labores de beneficencia) para evitar pérdidas más acusadas al agricultor local. Ya se habla de picar hasta el 20% de la marca semanal de corte (medio millón de kilos), si esta sigue estando en torno a los 5,5 millones de kilos. “No quedará otra”, indica un buen conocedor de esta actividad económica.

Carlos Rendón se reúne por primera vez con todas las OPA

El actual presidente de Asprocan, Carlos Rendón, quien fuera el candidato de la OPP Europlátano, se reunió este jueves en la sede de Asaga-Asaja, en Santa Cruz de Tenerife, con las organizaciones profesionales agrarias (OPA) canarias, que son la ya mencionada, COAG, UPA y Palca-Unión de Uniones.

En esa cita, realizada en las oficinas de la entidad presidida por Ángela Delgado, que invitó a toda su ejecutiva.

Tal y como indicaron varias personas asistentes a la convocatoria, el presidente de Asprocan dijo que los medios de comunicación tienen culpa, entre otros factores, de los malos precios actuales del plátano de Canarias, sobre todo por las informaciones que se están difundiendo, y centró en Bruselas la lucha para mejorar las condiciones actuales del cultivo, en gran medida concentrada en lo relacionado con el nuevo programa Posei y la futura PAC, el del septenio presupuestario 2028-34, ya con negociación abierta en instancias comunitarias y muy malas expectativas para los intereses canarios.

En ese mismo foro, la organización agraria Palca, presente con dos directivos, uno de ellos su presidente regional, Amable del Corral, expuso cuatros cuestiones clave a desarrollar por Asprocan lo antes posible, peticiones todas ellas dirigidas al presidente Rendón con el fin de que su organización actúe y las promueva sin demora.

Las demandas principales fueron estas: máxima transparencia de Asprocan en sus decisiones y su trabajo, que el sector platanero no es Asprocan sino todos sus productores; mejoras sustanciales en la gestión de la indicación geográfica protegida (IGP) Plátano de Canarias, con la inclusión de las OPA en el órgano de gestión de esa marca certificada (en manos de Asprocan), de otros entes sociales y de organismos públicos, en una apuesta clara por la democratización del órgano (o eso, o la promulgación de una intersectorial), y acciones sectoriales y políticas para eliminar las excepciones aprobadas para el plátano canario dentro de la ley estatal de Cadena Alimentaria, para conseguir que la fruta no se venda por debajo de sus costes de producción, algo que ahora se hace.

A las tres descritas, se unió la necesidad de profesionalizar la sección de comercialización de Asprocan, incluso a través de la contratación del especialista más adecuado en ese ámbito.