La guerra ya está declarada, es abierta: empresarios representados por la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (Avibo) y a su vez vinculados a la Denominación de Origen Protegida (DOP) Islas Canarias (Canary Wine), la única con carácter regional en el archipiélago y por lo tanto la que utiliza para la vinificación de calidad producto con origen en otras comarcas e islas (ello implica la movilidad de racimos vendimiados de otras islas hacia Tenerife, entre otras cuestiones), han expresado este viernes, el mismo día en que se ha publicado la orden de control de la plaga en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), su amplia discrepancia y preocupación por las gestiones que prevé aplicar la Administración autonómica tras la detección de la plaga de filoxera en algunas áreas del norte de Tenerife, entre ellas la propia Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte.
Esas medidas, consideradas como “populistas, infundadas y desproporcionadas”, se recogerán en una orden que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, que dirige Narvay Quintero (AHI), ya ha hecho efectiva este viernes y es de aplicación desde este mismo día. Con su publicación, se cierra la vía administrativa y solo queda el recurso ante los tribunales de lo Contencioso-Administrativo en el plazo de dos meses.
Como la batería de acciones de control no convencen a Avibo ni a la DOP Islas Canarias (sí, en cambio, a la DOP más antigua de Canarias, la de Tacoronte-Acentejo, donde están casi todos los focos del patógeno), estas organizaciones ya han dicho, al menos la primera de ellas, que la recurrirán sin contemplaciones y además pedirán la aplicación de medidas cautelares en los juzgados. Queda por ver qué pasará desde este momento con esa batalla legal; o sea, si está a punto de arrancar y por lo tanto se declara sin contemplaciones.
La asociación Avibo sigue, en todo caso, mostrando su profunda preocupación por la gestión que la Administración en general está llevando a cabo tras la detección de la plaga de filoxera en distintas zonas del norte de Tenerife.
Desde el primer momento en que se tuvo conocimiento del problema, se señala en la nota, “Avibo activó un equipo de trabajo multidisciplinar que elaboró un exhaustivo informe sobre la contingencia de la filoxera. Este documento científico-técnico, fruto de la participación de múltiples agentes, fue remitido a las autoridades competentes apenas una semana después [de darse a conocer la mala noticia], con el objetivo de aportar un marco coherente y sensato para la toma de decisiones”.
Luego, el 18 de agosto pasado, “ante la deriva que estaba tomando la situación y las incoherencias detectadas, Avibo se volvió a dirigir a la Administración autonómica insistiendo en la necesidad de establecer un modelo de gestión basado en el liderazgo y la colaboración. La propuesta incluía la creación de un comité de crisis técnico y la adopción de medidas proporcionadas, fundamentadas en criterios científicos que garantizaran tanto la protección de los derechos de los afectados como el tiempo de reacción necesario para anticiparse a escenarios más complejos”, se indica en el mismo comunicado.
Obligaciones que no se podrán cumplir por su complejidad
“En el día de ayer [por el jueves], ante la alarma generada entre los viticultores por la desproporción de las medidas anunciadas, Avibo trasladó nuevamente por escrito su postura”, pues la prevista “exigencia [en la orden en curso] de un informe técnico para todas las vendimias destinadas a bodegas ubicadas fuera de las comarcas tradicionales resulta inviable desde el punto de vista operativo: ello supondría inspeccionar más de 1.000 parcelas en pleno periodo de vendimia, sin contar con los recursos humanos necesarios para hacerlo. Una medida de este alcance, lejos de aportar soluciones, podría terminar colapsando la campaña en curso”, sostiene Avibo.
Los datos oficiales reflejan, recuerda la misma organización patronal, que hasta la fecha “se han detectado únicamente 30 cepas infectadas en un radio muy reducido, gran parte de ellas en una finca de titularidad del propio Gobierno de Canarias [en alusión a la Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte]. Frente a ello, en Tenerife existen más de 3.000 hectáreas de viñedo y más de 10 millones de cepas. La dimensión real del problema justificaría la delimitación y el control estricto de la zona afectada, así como una vigilancia reforzada en el resto de la isla”, pero quizá no más, pues “en ningún caso se sostienen restricciones indiscriminadas entre comarcas donde no hay presencia de la filoxera, ni mucho menos medidas de imposible ejecución”.
Para la asociación Avibo, el actual problema fitosanitario, “uno de los más graves ocurridos en Canarias en la vid”, hace notoria “la falta de operatividad del modelo organizativo con el que la Administración ha dotado al sector vitivinícola. La adopción de medidas populistas, infundadas y desproporcionadas, alejadas de criterios científicos y económicos, amenaza la viabilidad de un sector que ocupa la segunda posición en superficie de cultivo del archipiélago, con casi 7.000 hectáreas y más de 8.000 viticultores”.
Ese modelo “ineficiente”, añaden, “ha contribuido además al declive continuado del sector durante más de una década, con la pérdida anual de más de 300 hectáreas, la ausencia de relevo generacional y el reciente rechazo de una subvención de más de un millón de euros destinada al saneamiento de variedades. Esa ayuda habría permitido mejorar el rendimiento de las explotaciones, frenar el abandono y afrontar con mayores garantías una crisis como la actual”, principalmente porque los varietales propios de Canarias no están oficialmente saneados (material vegetal limpio y certificado), algo que ahora se quiere hacer a toda prisa.
Compromiso y responsabilidad del sector vinícola de calidad
Avibo recuerda que “su actuación desde el inicio ha sido coherente, rigurosa y responsable, guiada por la defensa del modo de vida de miles de viticultores y de un sector estratégico para Canarias”.
“Nuestro deber -recalcan- es velar por la viabilidad presente y futura del viñedo y del vino canario. Por ello, insistimos en que solo un abordaje basado en el rigor científico, la proporcionalidad y la colaboración permitirá superar esta crisis sin comprometer de manera irreversible al sector”, subraya la asociación empresarial en una nota.