Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

THE HUNGER GAMES: MOCKINGJAY - PART 1 -LOS JUEGOS DEL HAMBRE: SINSAJO - PARTE 1

En el caso de Hunger Games, el gobierno del Capitolio, regido con mano firme por un sádico sociópata como lo es el presidente Snow -inmaculado, y casi diría que angelical nombre para un ser tan depravado- no duda en acogotar a quienes viven bajo su férreo y dictatorial dominio, para, con ello, lograr mantener su vida llena de privilegios. Y no contentos con ello, los habitantes del Capitolio, año tras año, se regodean en las miserias de sus semejantes, organizando una recreación malévola del concepto de “circo romano”; es decir, los juegos del hambre, denigrante espectáculo que obliga a un grupo de jóvenes a luchar por sus vidas como si animales salvajes se trataran. ¿Y todo para qué? Pues para que, durante un año, uno de los distritos que conforman este esperpento de mundo goce de ciertos privilegios y, de paso, para que los ociosos y depravados habitantes del Capitolio tengan una excusa para gastarse sus dineros, apostando y/ o ejerciendo de patrocinador de alguno de los contrincantes.

En medio de todo este escenario, digno de la mejor pesadilla escrita por William Blake, surge la figura de Katniss Everdeen, la joven del distrito doce que verá cómo su vida cambia radicalmente al presentarse voluntaria para ser tribuno, y así salvar a su joven hermana Primrose. Katniss no quiere ser una heroína, ni siquiera en sus sueños. Para ella, lo que más importa es irse al bosque, armada con su arco, y buscar una presa a la que derribar, mientras el tiempo parece detenerse a su alrededor.

Una vez que Katniss entre a formar parte de la maquinaria que rodea al espectáculo que, en realidad, esconde los Juegos del Hambre, en principio, no habrá nada que logre hacerle olvidar el vacío que siente al despertarse lejos de su hogar, pero, poco a poco y gracias a la ayuda de Haymitch Abernathy, Cinna, Peeta Mellark y la excesiva pero leal Effie Trinket, la pesadilla terminará por disiparse, y la arquera solitaria del distrito doce se convertirá en la favorita de todos, incluyendo al notorio y recargado presentador estrella de la televisión Caesar Flickerman.

Luego, el instinto de supervivencia, los conocimientos del medio natural y el afán que mueve a la joven le llevarán a sobrevivir no una, sino dos veces al macabro entretenimiento promovido por Snow y su cohorte de sádicos y opulentos seguidores.

Lo malo es que las cosas nunca terminan por ser tan fáciles y cuando Katniss se despierta, una vez abandonado el escenario de los segundos Juegos del Hambre -en los que debió competir por el capricho del señor presidente- se dará cuenta de que el nuevo escenario es mucho más duro que el que dejó atrás. Y es que, The Hunger Games: Mockingjay - Part 1 -Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1- se diferencia de las anteriores historias en un tema fundamental: ¿Los líderes nacen o se hacen, según las necesidades de la rebelión en la que deban luchar?

Kastniss nunca quiso ser una líder, ni siquiera quería salirse de la línea marcada, aunque sí es verdad que desobedecía las normas impuestas por las leyes del Capitolio y saltaba las barreras que delimitaban su distrito, con tal de poder ir a cazar donde le viniera en gana. Claro que aquello era distinto, porque siempre podía regresar a casa con su madre y su hermana y seguir llevando la misma vida anodina impuesta por las reglas del sistema.

Ahora, quienes manejan su destino quieren que ella sea la líder carismática que lleve a los habitantes del resto de los distritos a revelarse contra la tiranía del presidente Snow y todo lo que ello representa. Ya no es cuestión de cazar y no ser cazado, tal y como sucedía en los Juegos del Hambre. En estos “nuevos juegos” el tablero está compuesto por políticos, por líderes como la presidenta Alma Coin, secundada por Plutarch Heavensbee, mente maestra que conoce los resortes que mueven a las masas y cómo se debe construir una imagen que sirva de ejemplo para que las personas estén dispuestas a dar su vida por una causa. Y Katniss se ve obligada a desempeñar un papel para el que no está preparada y que, además, no le gusta. Es más, Katniss no termina por confiar en la presidenta Coin, por mucho que ésta se esfuerce en aceptar las condiciones impuestas por la joven para participar en aquel juego.

Hay algo en todo aquello que no acaba de encajar en la analítica mente de Katniss, y no es solamente los discursos, los anuncios, sus apariciones ante el público. Todo suena demasiado irreal, demasiado prefabricado como para tener sentido y, el comportamiento errático de Peeta, atrapado por Snow en el capitolio no ayuda lo más mínimo.

¿Y qué opciones le quedan? ¿Rendirse ante un loco como Snow, quien no duda en lanzar flores blancas luego de bombardear el silo de misiles que sirve de cuartel general a los supervivientes del distrito trece? ¿O seguir actuando tal y como la presienta Coin le pide, aunque su instinto le diga que algo no marcha del todo bien?

Como podrán comprobar, la tercera entrega de Hunger Games plantea cuestiones mucho más serias y adultas que las otras entregas cinematográficas, dejando a un lado los fuegos de artificio y desarrollando asuntos de índoles moral y ética que en nada tienen que envidiarle a otras producciones mucho más sesudas y consideradas, abiertamente, como adultas.

Puede que por esa razón, ésta sea la película que “peores resultados” esté cosechando, si se la compara con las anteriores, especialmente la primera de todas, aunque, a día de hoy, la película ya haya doblado su inversión inicial y esté próxima a recaudar 275 millones de dólares a nivel mundial.

Sea como fuere, muchas de las preguntas que se plantean en esta película son de rabiosa actualidad, recurriendo a uno de esos tópicos tan del gusto de la prensa sensacionalista y, por si fuera poco, el mundo tal y como lo conocemos cada día que pasa se parece más al escenario descrito por Suzanne Collins en sus novelas, aunque aún nos falten unos Juegos del Hambre...

© 2014 Color Force & Lionsgate.

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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

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