Un doble atentado de Al Qaeda causa al menos 67 muertos en Argel
Argel se vio sumida este martes en un profundo estado de conmoción tras un doble atentado con coche bomba atribuido a la organización Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI), que según el ministerio del Interior causó al menos 22 muertos y 177 heridos, de los cuales 53 han sido hospitalizados.
“El balance es provisional hasta que las operaciones de búsqueda e identificación estén concluidas”, afirmó en una rueda de prensa el ministro del Interior, Yazid Zerhouni, al facilitar el balance oficial de víctimas a las 16.00 hora local (15.00 GMT).
Las cifras oficiales contrastan con las que han difundido los medios argelinos y fuentes médicas, que hablan de al menos 67 muertos.
Los coches bomba explotaron con pocos minutos de diferencia y tuvieron como objetivo la Corte Suprema y el Consejo Constitucional, situados uno al lado del otro en el barrio de El Biar, así como la sede del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en el distrito de Hydra.
Zerhouni afirmó en la rueda de prensa que de momento ningún empleado del ACNUR se encuentra entre las víctimas mortales, aunque tres de ellos -dos senegaleses y una libanesa- figuran entre los heridos.
Anteriormente, fuentes del ACNUR habían informado de la muerte de diez de sus empleados en el atentado de Hydra, una cifra que la ONU desde Nueva York redujo a cinco.
El ministro señaló que en el atentado contra la sede del ACNUR -que fue obra de un suicida al volante de un coche cargado con explosivos- hubo 12 muertos, entre ellos dos policías, así como varios transeúntes y vecinos del barrio.
En el otro ataque en el barrio de El Biar -en el que se utilizó una camioneta llena de explosivos y resultaron alcanzados la Corte Suprema y el Consejo Constitucional- se registraron diez muertos, entre ellos tres extranjeros de origen asiático, informó Zerhouni.
El ministro indicó que “hay una fuerte probabilidad” de que la autoría del atentado sea del grupo terrorista Al Qaeda para el Magred Islámico (AQMI).
Según Zerhouni, el Consejo Constitucional de Argelia era uno de los objetivos de AQMI “desde hacía meses”, de acuerdo con las informaciones recogidas tras el interrogatorio realizado por la policía a miembros de esa organización detenidos después del atentado perpetrado el pasado 11 de abril, en el que murieron 30 personas en Argel.
Ciudad desierta
Las imágenes de destrucción difundidas este martes por la televisión estatal argelina han causado estupor entre la población, y poco después de las explosiones las principales arterias de la ciudad aparecían prácticamente desiertas.
Muchos comerciantes decidieron echar el cierre y en los barrios de Hydra y El Biar, las familias decidieron no enviar a sus hijos al colegio por la tarde. Mientras, trabajadores municipales y miembros de protección civil limpiaban los escombros y buscaban posibles supervivientes.
“Es un acto puramente criminal que no tiene nada que ver con reivindicaciones o actitudes políticas. Hemos vivido más de una década rodeados de sangre, fuego y lágrimas y parece que esto no ha terminado”, comentó Ahmed, un anciano habitante del centro de Argel.
Por su parte, un grupo de jóvenes estudiantes de la facultad central de Argel se preguntaban si a partir de ahora los ciudadanos debían encerrarse en sus casas el día 11 de cada mes, una fecha que se ha convertido en sinónimo de atentados y muerte.
“Hemos tenido el 11 de septiembre en Nueva York, el 11 de marzo en Madrid, y en Argel el 11 de abril y ahora el 11 de diciembre”, declaró uno de los estudiantes.
El pasado 11 de abril Argel fue golpeada por dos atentados similares a los de este martes, uno contra el palacio del Gobierno y otro contra una comisaría de Policía, que causaron 30 muertos y unos 300 heridos.
No deja de sorprender a la población la audacia de los terroristas, que eligen para sus atentados lugares estrechamente vigilados de la ciudad.
Los barrios de El Biar e Hydra, entre los más elegantes de la capital, albergan numerosas embajadas, oficinas de grandes sociedades occidentales, ministerios y residencias de altos cargos del régimen, por lo que la presencia de las fuerzas de seguridad en sus calles es permanente.
Zerhouni recordó que en los últimos meses las autoridades han reforzado la seguridad y advirtió sin embargo de que “no estamos a salvo de atentados de este tipo”, al tiempo que pidió a los argelinos que “redoblen la vigilancia”.