Los demócratas dan a Bush un plazo de seis meses para retirarse de Irak

Varios líderes del Partido Demócrata estadounidense pidieron este domingo que el Gobierno comience a retirar sus tropas de Irak en un plazo de “entre cuatro y seis meses”, pero la Casa Blanca se negó a poner fecha al repliegue.

Para el partido ganador de las elecciones legislativas del pasado martes, “la primera tarea es cambiar la dirección de la política en Irak”, declaró al canal de televisión ABC el senador demócrata Carl Levin.

Levin presentó en junio en el Senado un proyecto de resolución que pedía un repliegue militar en el país árabe, pero sólo logró cuarenta de los cien votos de esa Cámara, controlada entonces por el gobernante Partido Republicano.

Sin embargo, la derrota republicana en los comicios y el deterioro de la situación en Irak han cambiado la situación en Washington.

La política de mantener en Irak el mismo rumbo que hasta ahora “no es viable, dados los resultados de las elecciones y la composición del Congreso”, afirmó Levin, quien dijo que enviará de nuevo a la Cámara alta un proyecto de resolución para la retirada de las tropas.

Esa resolución no sería vinculante, pero si se aprueba, supondría una presión para que el presidente estadounidense, el republicano George W. Bush, se pliegue al deseo de los demócratas de reducir gradualmente el actual contingente de 145.000 soldados en el país árabe invadido desde marzo de 2003.

En el mismo programa de televisión, el senador Joseph Biden, posible aspirante a la candidatura demócrata en las elecciones presidenciales de 2008, expresó su apoyo a la propuesta de Levin.

Ambos han mantenido una posición crítica respecto a la política de Bush en Irak, pero hasta ahora sus protestas han tenido poco efecto en la Casa Blanca.

No obstante, desde enero su voz adquirirá más peso, pues Levin previsiblemente presidirá el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado y Biden el de Relaciones Exteriores.

También apoyó la idea el senador demócrata Charles Schumer, quien coordinó la campaña de su partido para las elecciones de la Cámara alta y señaló en la cadena CNN que 2007 debería ser un año “de transición” en el que se retire “un gran número de tropas”.

Sin embargo, Joshua Bolten, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, afirmó en una entrevista con ABC que establecer una fecha fija para la salida de Irak “sería un verdadero desastre para el pueblo iraquí”.

En el mismo sentido se pronunció el senador John McCain, posible aspirante a la candidatura presidencial republicana.

“Una retirada o marcar una fecha para la retirada llevaría al caos en la región”, dijo en una entrevista con el canal de televisión NBC McCain, quien afirmó que EEUU debería enviar más tropas para vencer a los insurgentes.

Sin embargo, otros republicanos no están tan convencidos como él.

Para Arlen Specter, actual presidente del Comité Judicial del Senado, el resultado de las elecciones legislativas “es un aviso al Gobierno iraquí de que no nos vamos a quedar en Irak para siempre”.

Specter afirmó en CNN que “se avecina” una reducción de tropas, pero la decisión corresponde a los comandantes de las fuerzas según su evaluación de la situación sobre el terreno.

Pese al rechazo a una fecha para la salida, Bolten se manifestó conciliador con los demócratas y reiteró que Bush está abierto a sugerencias sobre Irak.

“Claramente necesitamos ojos y enfoques frescos frente al problema”, recalcó. “Nadie puede estar contento con lo que ocurre en Irak ahora mismo”, añadió.

Este tono, adoptado por el propio Bush tras las elecciones, contrasta con las declaraciones optimistas del presidente sobre Irak en los meses previos.

El proyecto de resolución demócrata en el Senado apremiará además a que se celebre una conferencia internacional sobre Irak en la que participen las principales potencias mundiales y los países vecinos, incluidos Siria e Irán, explicó Biden.

Sin embargo, Bolten también rechazó esta idea y señaló que ambas naciones “se entrometen de forma perjudicial” en la situación en Irak.

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