Frei y Piñera se perfilan como favoritos para pasar a una segunda vuelta
SANTIAGO, 13 (EUROPA PRESS/ Claudia Riquelme)
Cuatro candidatos de diferentes tendencias políticas medirán sus fuerzas este domingo en las elecciones generales que permitirán conocer al sucesor de la actual mandataria, Michelle Bachelet, pero los sondeos apuntan que habrá una segunda vuelta en enero de 2010 en la que podrían ir el candidato por la coalición gobernante, Eduardo Frei, y el aspirante por la derecha, Sebastián Piñera.
Tres de los cuatro candidatos que se disputan la Presidencia provienen del llamado “progresismo” y han formado parte de la coalición oficialista de centro izquierda que gobierna Chile desde 1990. Sin embargo, ninguno de ellos ocupa el primer lugar en las encuestas de opinión que, desde comienzos de año, proyectan el resultado de los comicios.
Después de 20 años de recuperada la democracia tras la derrota de la dictadura militar de Augusto Pinochet en las urnas y, por primera vez en medio siglo, la derecha chilena se asoma como la más segura ganadora de las elecciones presidenciales del próximo domingo en Chile.
Sin embargo, la última palabra la tendrán los chilenos y, según se pudo ver en los cierres de las campañas, al menos dos de los tres candidatos de la centro izquierda están dispuestos a apoyar al aspirante que pase a segunda vuelta, con el objetivo de que la oposición de derechas no llegue a La Moneda.
EL EMPRESARIO
El gestor de este triunfo que se ve tan cerca es dueño de una de las principales fortunas de Chile, estimada en 815 millones de euros: el empresario Sebastián Piñera Echenique, quien perdió en el “balotaje” o segunda vuelta de enero de 2005 ante la propia Bachelet.
Piñera, de 60 años, católico practicante, casado, padre de cinco hijos y abuelo de tres nietos, es doctor en Economía de la Universidad de Harvard. Tras una fructífera carrera empresarial, entró a la política a fines de los ochenta, cuando fue elegido senador por Santiago.
Actualmente es propietario de un canal de televisión, de la mayor parte de la compañía Lan Chile y el principal accionista individual del Club Deportivo Colo Colo.
Fue un defensor del régimen de Pinochet y, aunque en 1988 votó que “No” en el plebiscito que permitió volver a la democracia, en 1989 lideró la campaña que pretendió llevar al candidato de la dictadura a La Moneda.
Su carácter, su condición de empresario y su autonomía han generado a Piñera una compleja relación con sus socios políticos, agrupados en la Alianza por Chile, la cual integra al partido en el que milita, el derechista moderado Renovación Nacional, y a los herederos de la dictadura, agrupados en la Unión Demócrata Independiente.
Con ellos ha tenido serias diferencias durante la campaña debido a la decisión de Piñera de apoyar la unión civil de personas del mismo sexo y la distribución de la llamada “píldora del día después”. No obstante, la posibilidad cierta de triunfo, el que con toda seguridad deberá defender en segunda vuelta el próximo 17 de enero, le
han hecho aplacar las polémicas internas de su sector.
Su propuesta de gobierno se basa principalmente en terminar con la corrupción, implementar la cultura de la eficiencia y de la transparencia, terminar con el clientelismo político, apoyar a la clase media, crear empleos, optimizar a las empresas públicas y, tal como lo dice su eslogan, hacer un cambio en el equipo gobernante en el país.
EL EX PRESIDENTE
Eduardo Frei Ruiz-Tagle, de 67 años, militante del Partido Demócrata Cristiano (PDC) quiere volver a La Moneda, la que dejó en 2000 para dar paso a Ricardo Lagos, ex mandatario que actuó como uno de los principales oradores en el acto de cierre de campaña, oportunidad en la que Frei dijo haber escuchado la voz de los chilenos que, algo molestos por algunos errores cometidos por el oficialismo, se han sentido tentados por votar por otros candidatos.
Frei, ingeniero civil de profesión, católico, casado, padre de tres hijas, abuelo de 10 nietos y ex senador, es hijo del ex Presidente chileno homónimo, quien, según reveló un juez esta semana tras 27 años de investigación, fue asesinado mediante envenenamiento por agentes de la dictadura en 1982.
A pesar de representar la continuidad del Gobierno chileno, cuya mandataria dejará La Moneda con uno de los más altos índices de aprobación ciudadana de la historia bordeando el 70 por ciento de apoyo, la misión no ha sido fácil para Frei, quien ha debido enfrentar el lógico desgaste del oficialismo, las pugnas internas, las acusaciones de corrupción que se han acumulado en 20 años de Gobierno y, muy especialmente, con cierto desinterés del electorado local.
Pese a haber sido en sus comienzos uno de los mayores y más duros críticos contra Bachelet, actualmente Frei se declara como el continuador de la obra de la mandataria y su principal propuesta de gobierno es mantener y mejorar el sistema de protección social que ha sido el sello de la primera chilena en llegar a La Moneda.
Asimismo, ha apoyado la causa homosexual, el fortalecimiento de las medidas contra las violaciones a los Derechos Humanos, la discusión sobre el aborto terapéutico, el término del sistema binominal heredado de la dictadura y el voto de los chilenos que residen en el extranjero.
EL EX OFICIALISTA
Jorge Arrate Mac Niven, abogado y economista de 68 años, fue
socialista hasta 2009, cuando renunció a su partido para firmar por el Partido Comunista, colectividad que sí estuvo dispuesta a levantarlo como candidato presidencial junto a otras fuerzas de la izquierda extraparlamentaria.
Este ex ministro de Salvador Allende y de Frei, a quien enfrenta este domingo como adversario en las presidenciales, fue hasta hace pocos años embajador de Chile en Buenos Aires.
Arrate, quien ha propuesto a los tres candidatos que no son de derechas a suscribir un acuerdo que permita impedir que Piñera gane la segunda vuelta, ha protagonizado una campaña más bien testimonial, la que ha puesto sobre la mesa la discusión de temas que no son tocados por los otros aspirantes.
Entre esos temas están el aborto, la propiedad del cobre, el aumento de la carga tributaria a los que tienen más, la estatización de las aguas (privatizadas durante el gobierno de Frei), el fin de la exclusión y de los abusos de los grandes bancos y del propio sistema financiero.
También ha apoyado causas como la lucha de los indígenas mapuche en el sur del país, las huelgas de los profesores y, en general, toda demanda de trabajadores o de víctimas de la violencia política entre 1973 y 1990.
EL DÍSCOLO
Marco Enríquez-Ominami Gumucio tiene 36 años. Nació 3 meses antes del golpe de Estado de 1973 y su padre fue un guerrillero asesinado por la dictadura en 1974. Salió al exilio en Italia junto a su madre cuando sólo tenía 5 meses de vida, gracias a un decreto militar de expulsión contra su familia, y no pudo regresar a Chile durante 10 años.
Cineasta de profesión, este joven renunció también al Partido Socialista chileno, esta vez en protesta por no haber sido considerado como una alternativa en las primarias en las cuales Frei fue elegido como candidato del oficialismo.
Enríquez-Ominami, quien se ha hecho conocido por su seudónimo de 'MEO', ha enarbolado la bandera de la renovación de la izquierda y ha puesto en el tapete el desgaste de la coalición gobernante, a cuya candidatura califica como “la del pasado”.
'MEO', casado con una famosa periodista y conductora de televisión, se ha negado a sumarse al pacto para impedir la llegada de la derecha a La Moneda y asegura ser la única alternativa para hacer frente a Piñera, así como el “heredero natural” de Bachelet.